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La celestina

Una colombiana fue la celestina y la madrina de la boda más comentada del año en Europa.

30 de agosto de 1993

EL EVENTO SOcial de esta temporada en Europa fue el matrimonio de la madrastra de la princesa Diana, lady Raine Spencer, con el conde francés Jean-François Chambrun. La historia, que tiene todos los ingredientes de un cuento de hadas otoñal, hubiera podido pasar como otra de las novelas de las revistas del corazón. Sin embargo, esta celebración fue obra y gracia nada menos que de una colombiana: Yolanda Connor, quien presentó a los contrayentes.
El romance se inició en abril pasado, en la residencia de la familia Connor, en Montecarlo. Yolanda quería presentar a lady Spencer con Fernando de Drago, príncipe de Borgia, y con el conde Jean-François de Chambrun. Dos candidatos perfectos para iniciar un romance con la dama inglesa, quien había enviudado apenas un año antes, cuando murió repentinamente su segundo esposo el conde Spencer, padre de Diana. Aquella noche, el flechazo fue inmediato. Un mes después, se anunciaba el matrimonio de Raine Spencer con el conde de Chambrun, rompiendo sorpresivamente un luto que, para muchos, debió ser más largo.
Pero esta no ha sido la única controversia en torno a esta celebración. Como es sabido, Diana y sus hermanos siempre han odiado a su madrastra. Y la relación se ha empeorado desde la muerte de Edward Spencer, pues Raine decidió vender, sin el consentimiento de la familia, varios objetos de arte entre los que se encontraba un cuadro de Velázquez. El novio, el conde de Chambrun, también ha contribuído con su granito de arena en este episodio. Recientemente se supo que había alquilado su castillo en Cannes para la filmación de una película pornográfica. Además existen serias dudas sobre su solvencia económica.
Yolanda Connor -quien fue la madrina de la boda- y lady Spencer han sido buenas amigas desde hace 15 años, cuando se conocieron en Londres. Yolanda describe a Raine Spencer como: "una persona única, que a pesar de ser inglesa tiene la cualidad de ser cariñosa y comunicativa". La colombiana conoce al conde de Chambrun desde hace más de ocho años, cuando los presentaron en casa de los duques de Saint Albas. Y es que Yolanda Connor se ha movido como la espuma en medio de la realeza europea, desde que fijó su residencia en Londres, hace 30 años. En ese entonces conoció, en Canadá, a Douglas Connor, un millonario inglés, quien dos días después le propuso matrimonio. A los tres meses se casaban en la ciudad de Miami.
Aunque resulta increíble que una colombiana llegue a codearse, con tanta propiedad, con todas las figuras de la nobleza europea, ella describe su secreto en una filosofía muy simple: "Todas estas personas son, a pesar de sus títulos, gente común y corriente. Yo mantengo los pies en la tierra y siempre los he visto como personas que, al final de los grandes bailes, tienen que vivir la misma realidad de todos". Lo cierto es que la historia de amor que protagonizaron lady Spencer y el conde de Chambrun durante varios meses en las revistas europeas, se cerró con un baile, en el lujoso hotel Luckman Park de la campiña inglesa. Y la dama de honor y madrina fue Yolanda Connor, la responsable de esta noble boda. -