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LA DECISION DE JOHN-JOHN

Finalmente el hijo del presidente Kennedy sienta cabeza. No sólo se volvió periodista sino que decidió casarse.

23 de octubre de 1995

POCOS HOMBRES en Estados Unidos han mojado tanta prensa como John Kennedy Jr. El mundo entero ha visto su existencia a través de las fotografías. Primero como hijo del presidente y la primera dama más queridos de ese país; luego como el pequeño que, en un gesto que conmovió al planeta, hizo un saludo militar al paso del féretro de su padre asesinado; después como el adolescente mimado de Jacky Onassis y, en los últimos años, como uno de los hombres más sexys del mundo o como el soltero más cotizado de Estados Unidos. Pero a pesar de eso, John Kennedy Jr. nunca había volado solo.
A sus 34 años lo único que el consentido del clan Kennedy no había logrado era tener una imagen profesional. Con mucho trabajo aprobó el examen para obtener su licencia de abogado. Y aunque trató de complacer a su madre y convertirse en fiscal de distrito en Nueva York, nunca logró el cargo. Al parecer, más que le vena política de su padre, John-John le heredó la pinta y el alma de seductor. Si por algo ocupaba la atención de la prensa no era propiamente por su desempeño, sino por buen mozo o por sus frecuentes y sonados romances, entre otros, con la modelo Cindy Crawford, la cantante Madonna y la actriz Daryl Hannah. Con la sirena del cine John Jr. tuvo una relación de casi cinco años pero, dicen, tuvo que dejarla por una petición expresa que su madre le hizo en el lecho de muerte.
Ahora finalmente parece que Jr. ha sentado cabeza. Si bien no promete ser el futuro presidente de Estados Unidos que soñaban los demócratas, siguió los pasos de su madre y se volvió periodista. Gracias a su apellido pudo obviar el trance como cargaladrillos y atraer al poderoso grupo Hachette Filipacchi, que tiene 23 publicaciones, para financiar su proyecto. Hace unos días John Kennedy Jr. lanzó el primer número de George, una revista de 500.000 ejemplares con la cual pretende dejar su imagen de donjuán sin metas para convertirse, finalmente, en otro Kennedy que opina y actúa en la vida nacional.
Claro que ni siquiera en el lanzamiento de su publicación pudo dejar de lado su perfil farandulero. El acto fue realizado en el mismo salón donde, en 1789, se posesionó como presidente George Washington, en cuyo nombre bautizó a su revista. Pero el prócer habría palidecido al ver en la portada a la supermodelo Cindy Crawford mostrando el ombligo, vestida con un uniforme de su época y en las páginas interiores un artículo escrito por la cantante Madonna titulado 'Si yo fuera presidenta'. Además, Jr. decidió promocionarla a través de uno de los más famosos programas de la televisión gringa, el Show de Murphy Brown, comedia en la que apareció al lado de la actriz Candice Bergen.
John Jr. también parece estar decidido a dejar la soltería. La elegida es Caroline Bessette, la joven de 28 años, ejecutiva de Calvin Klein, con quien sostiene un romance desde hace 10 meses y que, según fuentes cercanas al clan, ha traído el equilibrio a la vida del príncipe heredero de los estadounidenses. Caroline, sin embargo, ha puesto a sufrir a John por culpa de los rumores que circularon acerca de un affaire de su novio con la espectacular actriz Sharon Stone. Se supo que cuando Jr. llegó con el anillo de compromiso en la mano, ella le lanzó la puerta por las narices. Desde entonces el soltero más cotizado del mundo ha estado esperando el 'sí'. Claro que él sabe que ninguna mujer en el planeta le diría 'no' a un Kennedy.-