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La familia oculta

A pesar del silencio durante décadas comienzan a revelarse detalles sobre la vida privada del dictador cubano

6 de octubre de 2003

La vida personal de Fidel Castro había sido el secreto mejor guardado de Cuba. En los casi 45 años que lleva en el poder el propio comandante se encargó de que en su país se rindiera culto al silencio acerca de su inti-

midad y nunca ha habido información oficial al respecto. Tanto es así que cuando en la isla se les pregunta a algunos de sus residentes sobre la vida privada del mandatario "hasta las voces más estridentes se transforman en un susurro. Incluso Dios puede ser un agente de los servicios secretos cubanos", escribió el periodista Angel González para El Mundo de España. Muy poca información era de conocimiento público. Se sabía que su primera esposa fue Mirta Díaz-Balart, una mujer de la alta burguesía cubana, con quien se casó en 1948, y que de esa unión, que duró siete años, nació Fidelito, el único hijo 'oficial' de Castro. También fue conocida su relación con Celia Sánchez Manduley, su inseparable amiga de revolución y fiel compañera hasta 1980, cuando murió víctima de un cáncer pulmonar. Muchos años más tarde apareció en escena Alina Fernández, la hija que tuvo de su romance con una mujer casada de la aristocracia llamada Naty Revuelta y que en 1997 se dio a conocer al mundo por su autobiografía Las memorias de la hija rebelde de Fidel Castro y por su rechazo al padre

Pero el celoso silencio empezó a romperse. Detrás de la relación con Celia había otra de gran importancia que inició por la misma época. En 2001 apareció por primera vez en los medios de comunicación la foto de una mujer rubia, alta, de ojos verdes, de unos 60 años. Se trataba de Dalia Soto del Valle, esposa de Fidel desde 1980 y de quien curiosamente no se tenía ningún dato. Desde entonces, pese a la discreción del mandatario, se filtraron detalles desconocidos: con la misteriosa mujer Fidel había tenido cinco hijos. A finales del año pasado las cadenas hispanas de Estados Unidos difundieron un video casero con el nombre La vida secreta de Castro, en el cual se mostraba su familia. Este llegó a la televisión gracias a que una ex novia de uno de los hijos de Fidel sacó de Cuba el video en forma clandestina.

Estos sólo fueron abrebocas. Ahora, a sus 77 años, ha caído por completo el velo que ocultaba la intimidad de Fidel y su familia. La revista semanal del periódico El País de España acaba de publicar un artículo titulado Fidel y su círculo de poder, en el que aparecen los rostros de los hasta el momento desconocidos hijos del jefe de Estado cubano y la descripción de su relación con el padre, así como datos sobre la madre. Esposa e hijos solían acompañarlo durante algunos actos públicos pero nunca permanecían a su lado, situación que se mantiene. Aparecían como cualquier hijo de vecino que participaba en los diferentes eventos.

Dalia Soto, o 'Lala', como le dicen sus allegados, ha acompañado a Fidel durante más de cuatro décadas. En 1961 el comandante quedó deslumbrado por una joven maestra de un pueblo de Trinidad que trabajaba en una campaña para eliminar el analfabetismo en la isla que lideraba el gobierno. Dalia fue ganándose un lugar privilegiado entre las diferentes mujeres de Fidel aunque sólo hasta los años 80, después de haber tenido sus hijos, legalizaron la relación -justo después de la muerte de Celia Sánchez- e inició una vida familiar estable por primera vez. Se sabe que el matrimonio Castro-Soto reside en una casa de dos plantas ubicada cerca de la playa de Jaimanitas. Allí Dalia, quien toda la vida estuvo ocupada en el cuidado de sus hijos, se dedica a cultivar rosas porque nunca ha hecho las veces de primera dama. "Fidel considera que su esposa es parte de una esfera íntima que separa muy bien de la de gobernante. El quiere ejercer como amo y señor en todo sentido", explicó a SEMANA el periodista Juan Gasparini, autor del libro Mujeres de dictadores. A sus hijos también los ha mantenido al margen de sus funciones. Sólo Fidelito ha tenido relación con el gobierno pues fue secretario ejecutivo de la Comisión de Energía Nuclear, cargo del cual fue destituido por su propio padre.

Alexis, Alejandro, Antonio, Alexander y Angel son los hijos del matrimonio. Todos varones, otra hazaña de Fidel, cuyos nombres empiezan por A. Esta característica tal vez sea "un tributo a Angel Castro, padre de Fidel (.) o a que el segundo nombre del comandante es Alejandro, o a Alejandro Magno, estratega admirado por Castro", escribió Gasparini. Según el periodista Jean-Francois Fogel, autor del artículo de El País, "han sido criados con el mandato expreso de esconder la identidad de su progenitor a sus amigos". Incluso Fidelito, el hijo público, cambió varias veces de identidad. Cuando estudió física nuclear en la Unión Soviética usó el nombre de José Raúl Fernández.

Lo poco que se sabe es que los cinco, cuyas edades oscilan entre 28 y 38, estudiaron en la Escuela Lenin de Cuba. Posteriormente Alexis y Alejandro se dedicaron a la programación de computadores, Alex trabaja como camarógrafo para la cadena Mundo Latino y además es gestor de sistemas informáticos, mientras Antonio, el más cercano a su padre, es cirujano ortopédico y médico del equipo nacional de béisbol. En cuanto a Angel, el menor, de 28 años, no hay consenso. Unos dicen que es el consentido de la mamá y que no tiene ningún interés por los estudios, pero según otras informaciones cursa medicina. Aunque no se tiene certeza todo parece indicar que él y Alejandro son los únicos que viven con sus padres y que los otros están casados. "Viven de una manera sencilla. Sé que los domingos se reúne toda la familia, incluso a veces Fidel cocina para todos", explicó a SEMANA Claudia Furiati, autora de la más reciente biografía sobre Castro.

Los hijos de Dalia tienen más hermanos aparte de Alina y Fidel. Se trata de Jorge Angel Castro, quien según los biógrafos tiene buenas relaciones con la familia, y la no reconocida Francisca Pupo, nacidos en la década de los 50 de su relación con dos amantes. La cuenta da nueve hijos, cifra curiosa para un hombre del cual se llegó a decir que había sido castrado en julio de 1953 al ser capturado cuando dirigió el frustrado ataque al Cuartel de Moncada.

A pesar del destape nadie espera una aceptación oficial y el culto al silencio sigue imperando. Es como lo explica Furiati: "Todos saben que existen, quiénes son pero son cómplices del secreto".