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LA MALA HORA

Tentaciones de la carne ponen en peligro la carrera del niño consentido de Hollywood.

31 de julio de 1995

HUGH GRANT es un hombre que lo tenía todo. Además de su gran atractivo físico y su carisma, este actor británico, graduado en literatura inglesa en Oxford, logró conquistar a Hollywood luego de que el director Mike Newell lo llamara a protagonizar Cuatro matrimonios y un entierro En la película, Grant interpreta a un Joven ingenuo y romántico; cuya timidez sexual le impide confesar su amor a la mujer que lo desvela. El actor con su pinta de aristócrata británico y su encanto de tímido galán, logró derretir a las mujeres y convertirse en el símbolo sexual de los 90. Su éxito fue tal, que el año pasado apareció simultáneamente en cuatro películas de estreno en Estados Unidos, los productores se lo pelean y sus honorarios oscilan entre cuatro y cinco millones de dólares por filme.
Pocas veces la personalidad de un actor en la pantalla resulta tan diferente en la vida real como la que salió a flote en el caso de Hugh Grant la semana pasada. Y pocas veces también alguien que ha logrado la consagración instantánea ha visto asimismo de la noche a la mañana tan amenazada su carrera por cuenta de una mala hora.
Pero si en su carrera profesional Hugh Grant tenía a Hollywood rendido a sus pies, otro tanto sucedía en su vida sentimental. Al contrario de los galanes tradicionales, el actor tenía desde hace ocho años una sólida relación amorosa con una bella actriz británica, la también modelo Elizabeth Hurley, quien acaba de firmar un millonario contrato como el nuevo rostro de la campaña publicitaria de la casa de cosméticos Estée Lauder, en reemplazo de Paulina Porizkova. Elizabeth Hurley y Hugh Grant se habían convertido en la pareja del momento. Su popularidad, tanto en Estados Unidos como en Europa, sólo es comparable con la de Liz Taylor y Richard Burton en el Hollywood de los años 60. Basta recordar el impacto que causó su llegada al pasado Festival de Cannes.
No obstante, un momento de debilidad puede dar al traste con un cuento de hadas. El pasado martes en la madrugada, Grant -quien se encontraba en Los Angeles para promocionar su nueva comedia Nueve meses- recogió en el famoso Sunset Boulevard a una prostituta y en su flamante BMW blanco se estacionó en una oscura calle de una zona residencial cercana. Allí fue descubierto por la Policía en pleno acto sexual. El actor, de 34 años, y su compañera, Divine Brown, de 23, fueron arrestados por "conducta lujuriosa en lugar público", cargo que implica caricias íntimas, sexo oral y coito. Después del interrogatorio, Grant fue liberado bajo palabra.
Al día siguiente, en medio de un guayabo negro, el actor ofreció disculpas públicamente: "Anoche hice algo que fue una locura total. He herido a la gente que amo y avergonzado a la gente con quien trabajo. Por ambas cosas estoy más apenado de lo que puedo expresar", dijo. La prensa relató que desde la estación Grant hizo una llamada a Londres, a su novia. "Me dijeron que fue muy corta y que él estaba llorando y trataba de explicarle lo arrepentido que estaba", dijo una periodista de California. El actor, que ha sido citado para una audiencia el 18 de julio, contrató al abogado Howard Weitzmanm, quien ha defendido tanto al cantante Michael Jackson como a O.J. Simpson. Aunque el actor podría enfrentar hasta un año de prisión, lo más probable es que sea condenado a prestar servicios a la comunidad.
"Aún estoy impresionada y dolida por lo sucedido y no he tomado una decisión", fueron las primeras palabras de la desolada modelo a la prensa, desde la casa del acaudalado cineasta británico Henry Brocklehurt, adonde se mudó para escampar de la tormenta. En medio de la expectativa de los británicos sobre si Elizabeth Hurley pondría a su novio de patitas en la calle o permanecería a su lado, Grant llegó el jueves a Londres. De inmediato fue conducido en una limousina hasta su mansión cerca de Bath, en el oeste de Inglaterra. La pareja fue vista por los periodistas cuando almorzaban en el jardín. Luego, presenciaron la entrega de un ramo de rosas y quedaron perplejos con la llegada de una cama doble. "Eso es señal de reconciliación", comentó un periodista. Horas después, Elizabeth Hurley expidió un comunicado en el que anunciaba su perdón: "Estaba más preocupada por él que por mí", dijo, calmando la ansiedad de los británicos, que ven en ellos a la pareja más glamourosa del reino, ahora que ya no hay cuentos de amor entre príncipes y princesas.
Pero lo que estaba en juego no era sólo una condena o el rechazo de su novia, sino su futuro profesional. Los comentaristas de cine aún no saben qué impacto tendrá el escándalo sexual en la carrera del apuesto actor, quien es considerado el sucesor de Cary Grant como el 'rey de la comedia ligera'. Basta recordar el caso del actor Rob Lowe, cuya imagen se vio seriamente afectada al ser acusado con videos de tener relaciones sexuales con menores de edad, para saber que de la noche a la mañana se puede estar al borde del asfalto. Algunos piensan que este escándalo es sólo un chaparrón, pero ya los tabloides ingleses y estadoudinenses le han ofrecido a Divine Brown sumas de hasta 150.000 dólares por narrar la historia. Para muchos, la prostituta no tiene nada qué contar porque su encuentro con Grant duró solo cinco minutos y la conversación no es precisamente lo que hace parte de este tipo de arreglos. Pero no son pocos los que piensan que por cuenta de este escándalo Hugh Grant podría perder ese halo de galán romántico y tímido, que lo llevó a la fama.
De lo que no hay duda es que para todo el mundo no deja de resultar extraño que el hombre que tiene a su lado a la mujer más bella y sexy del mundo, ande buscando sexo en la calle con una vulgar prostituta.