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Malcolm Aponte y Asier Aguilar, dos de las cabezas del proyecto, tuvieron en cuenta qué tipo de programas hacía falta en la televisión y le apostaron a una trama sencilla de estilo costumbrista

TELEVISIÓN.

La número uno

'Oye Bonita', la telenovela más vista, inspirada en las canciones de Diomedes Díaz, prueba que las historias locales aderezadas con música siguen siendo una receta exitosa.

8 de noviembre de 2008

La ecuación parecía sencilla: el vallenato es el ritmo más colombiano y Diomedes Díaz es uno de sus intérpretes más populares, por lo que una fórmula con esos ingredientes aseguraría el éxito de cualquier telenovela. Sin embargo, para que llegara a la pantalla chica Oye bonita, inspirada en las canciones del 'Cacique de la Junta', tuvieron que pasar cinco años. En esa época Malcolm Aponte Canencio, su productor general, puso a todo su equipo a investigar la vida del cantante. Cuando presentó la idea a Caracol, la propuesta fue rechazada. Asier Aguilar, director del área de dramatizados del canal, recuerda que "el tema era espinoso por los problemas personales del artista y por eso quedó archivado. Hasta que le apareció un padrino al proyecto el año pasado". Se refiere al presidente del canal, Paulo Laserna, quien se entusiasmó con el elemento vallenato de la trama.

Entonces seleccionaron 50 canciones de Diomedes que sirvieron para que un grupo creativo le diera forma a una historia de amor. "No es la vida del cantante pero Monchi Maestre, el protagonista, sí tiene mucho del tesón de ese hombre que llegó a ser el juglar de la música vallenata. Es un homenaje a su obra artística", explica Aponte.

Adriana de Zubiría, gerente de Colombiana de Televisión, productora de la novela, la bautizó con el título de su canción favorita. "Al comienzo me preocupaba que no le gustara al público en Valledupar, pues por las facilidades de producción decidimos grabar en Girardot y sus alrededores. Además, muchos costeños suelen pensar que en las novelas los caricaturizan", reconoce. "Pero todo cambió cuando el día del estreno me llamó Darío Pavajeau, un patriarca de esa ciudad, desde la Clínica Shaio donde lo acababan de operar, y me dio el visto bueno entusiasmado". Y también se lo han dado millones de colombianos, los responsables de que la telenovela dirigida por William González haya alcanzado una audiencia de 50,2 puntos de share, y que desde su estreno esté en los primeros lugares de sintonía. Pero ella más que las cifras valora la reacción de los televidentes: "Es un fenómeno. Mis amigas llaman a contarme que les han dedicado la canción y los actores se demoran en llegar a las grabaciones por las avalanchas de personas, en especial niños, que les piden autógrafos y que les canten". Por su parte, el maestro del acordeón Rafael Ricardo, quien está haciendo su debut actoral, está emocionado con la popularidad de la novela en San Juan Nepomuceno, Bolívar, su pueblo natal.

En cuanto a los escenarios, el trabajo para recrear la región en Girardot fue tan extenso, que incluso algunos valduparenses han confundido el Magdalena con el río Badillo. Según Aguilar, otra de las apuestas fue "jugárnosla por muchos nuevos talentos actorales que fueran músicos. Creo que además de los talleres de actuación que se les han dado, el costeño tiene una espontaneidad que ayuda". Por eso ahora son comunes las parrandas vallenatas en el Hotel Girardot Resort, donde se aloja el elenco. "Además, el diseño musical ha sido clave porque casi siempre que los personajes cantan lo hacen en vivo, sin doblaje, algo que nunca se había hecho y que les da más calidez a las interpretaciones", cuenta Aponte.

Para el crítico de televisión Omar Rincón, la acogida de la novela se debe a que está llena de referentes nacionales que hacen que el televidente se identifique: "Aquí no les va bien a las adaptaciones extranjeras que no incluyen elementos locales".

Con Oye bonita parece que Caracol va a lograr consolidar el liderazgo que readquirió con El Cartel. En la televisión cuando termina un producto exitoso se vuelven a barajar las cartas en esa guerra sin fin por conquistar el rating. Es un mundo cruel donde en cuestión de 48 horas se sabe quién triunfó y quién fracasó. Y rara vez hay vuelta de hoja. La telenovela que arranca en punta generalmente se mantiene en esa posición, y lo mismo ocurre con la de la cola. Por lo visto, todo indica que Caracol, al son del vallenato, está logrando extender su reinado.