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LA RESURRECCION DE BB

A los 58 años, el cuarto matrimonio ha revivido a Brigitte Bardot.

23 de noviembre de 1992

DESDE HACE dos décadas prácticamente no se la veía y mucho menos tan radiante. El amor ha tocado a las puertas de Brigitte Bardot y ahora, a sus 58 años, no es extraño verla por las calles de París o en las playas de Saint Tropez, como una colegiala caminando de la mano de su nuevo amor. Se trata de Bernard D'Ormale, de 51 años, un ecologista y político francés la mano derecha del ultraderechista Jean Marie Le Pen, líder del Frente Nacional, con quien BB contrajo matrimonio en una, discreta ceremonia el pasado 16 de agosto en Noruega.
Al parecer, por amor, Brigitte Bardot ha olvidado su odio por los paparazzi y ahora de nuevo sonrie ante las cámaras. También ha dejado atrás su imagen de mujer amargada y solitaria que forjó durante casi dos décadas de enclaustramiento en sus dos mansiones, la Mandrague y la Garrigue, a donde se retiró para dedicarse exclusivamente a hacer campañas por la protección de los animales. Ese era el único motivo que la hacía aparecer en público, como ocurrió hace tres años cuando realizó y presentó en la televisión francesa una serie de programas para lanzar un SOS por las especies amenazadas. De resto, la vida de la Bardot se redujo al encierro, en la única compañía de docenas de gatos y perros. Hasta hace cuatro meses, cuando casualmente conoció a Bernard D'Ormale en la oficina de su abogado. Amor a primera vista o amor en última instancia, lo cierto es que desde ese día la Bardot empezó a aparecer nuevamente en público, sonriente y enamorada. Algo que los franceses no veían desde hace más de 20 años.
La vida sentimental de BB escandalizó a una generación. En 1952, cuando tenía apenas 18 años, se casó con el director de cine Roger Vadim, quien encontró en su angelical rostro y su sensual cuerpo la combinación perfecta para la protagonista de la pelicur la "Y Dios creó a la mujer", con la que Vadim la lanzó al estrellato en 1957. Sin embargo, durante el rodaje el matrimonio se vino a pique porque la Bardot, en la filmación de una apasionada escena de amor con Jean Louis Trintignant, no pudo contener su pasión y no se detuvo al grito de "corten". Dos años más tarde, en la cima de su carrera cinematográfica, BB contraía matrimonio con el actor y cantante Jacques Charrier, el padre de su hijo, Nicolás, quien nació cuando ya la pareja estaba tramitando el divorcio y a quien abandonó a los dos años anunciando tranquilamente a la prensa "Yo no nací para ser mamá". Finalmente, en 1969, la actriz conoció y se enamoró y se casó con el playboy y millonario heredero alemán Gunther Sachs, cuya espectacular boda ocupó las primeras páginas de la prensa mundial, que los señaló como la "pareja perfecta". Tres años después, se separaban.
Con tres divorcios a cuestas y 42 películas la última de las cuales la filmó en 1973, la mujer que fuera el símbolo sexual de los 60, la diosa, del cine de la época, el producto francés más exitoso en el exterior y, cuyo rostro fue esculpido la Marianne, el símbolo francés por excelencia, decidió, a mediados de los 70, y al estilo de Greta Garbo, retirarse del mundanal ruido. Aparte de las focas y los elefantes africanos nada parecía conmover a esta mujer huraña y amargada que parecía odiar su pasado, su presente y su futuro. Ni siquiera el amor por su único hijo. Nicolás quien hoy tiene 32 años se crió al lado de su padre y la Bardot prácticamente no lo volvió a ver síno hasta hace unas semanas, a raíz de su matrimonio en Oslo, donde con lágrimas de emoción la actriz conoció a su nieta de dos años y a su nuera Lina Marie.
Los franceses aún no salen de su asombro ante la resurrección de la Bardot. Ella misma ha calificado su transformación como "un milagro" y en recientes declaraciones a la prensa confesó que durante años de encierro estuvo en la búsqueda de "una especie en extinción: ¡un hombre de verdad!". Sin ningún rubor, la Bardot admitió que "gracias a Bernard" se siente como si tuviera 20 años. "No más angustias, tristezas ni soledad destructora. Mi corazón tiene un nuevo aire y veo la vida de otro color".