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LA RESURRECCION DE CHER

Hasta hace poco olvidada, es nominada al Oscar en la cumbre de la popularidad.

21 de marzo de 1988


A los 41 años de edad, pocas mujeres como Cher pueden salirse con la suya, mandarlo todo al diablo, desobedecer órdenes, mantener una tormentosa relación con un muchacho de 23 que tiene casi la misma edad de su hija mayor-que se llama Castidad-y demostrarle a todos, aún a los amigos, que no es una payasa sino una actriz tan completa que puede pasar de la comedia al drama sin problemas.

En sólo un año protagonizó 3 de las películas más taquilleras y con personajes que nada tienen en común; 5 años atrás cuando filmó Silkwood fue opacada por la sombra de la protagonista, Meryl Streep y en 1985 cuando hizo "Máscara", el estudio rechazó la utilización de su foto en los afiches y los avisos de prensa: es que nadie quería pagar por ver a Cher en la pantalla con su imagen de vampiresa, hippie y pervertida que la seguía a todas partes y que ella misma ayudaba a incrementar con su sucio vocabulario. Todo eso la había convertido en un auténtico fracaso y en un recurso nostálgico para quienes todavía recordaban su balada de 1965, I got you babe al lado de su marido de entonces, Sonny Bono.

Filmó "Las brujas de Eastwick" a pesar de la reticencia del director australiano George Miller, quien sostenía que Cher arruinaría la película y los comentarios de Jack Nicholson, su compañero de reparto para quien ella no tenía el suficiente potencial sexual que las escenas exigían: cuando la conocieron mejor, quedaron encantados y en algunas escenas tensas y difíciles, sería el mismo Nicholson quien la ayudaría a resolverlas. Después filmó " Sospechoso", haciendo el papel de una fiscal en problemas y más tarde "Hechizo de luna", como la viuda italiana que se enamora de un panadero a quien le faltan unos dedos, un personaje por el cual podría ganarse el Oscar este año, después de llevarse un reciente "Globo de Oro".

Como los vinos, Cher ha madurado, se ha encontrado con ella misma y aunque se pasó muchos años peleando con los demás, discutiendo, propagando sus ideas sobre la vida, las mujeres, el amor, Hollywood y la música, por fin se siente liberada. Vive con una amiga, Debby Paull (en medio de toda clase de versiones y-rumores en torno a su sexualidad), mantiene su romance con un musculoso portero y barman en Queens, Rob Camilletti y puede pedir un millón de dólares por cada película. La resurrección profesional, sicológica y familiar de Cher no se detiene ahí. Mientras comparte su vida con sus hijos Chastity, de 18 años y Elijah, de 11, ha lanzado su primer disco en 5 años, I found someone, mantiene excelentes relaciones con el ex marido Bono a quien ayuda en varios proyectos, sigue usando ropa de cuero que le sienta como la piel a una serpiente, botas larguísimas, el pelo enredado y en ocasiones sorprende a todos cuando aparece con la cara lavada, sin una gota de maquillaje, con los tatuajes florales que tiene en los hombros y otras zonas del cuerpo.

Y no sólo es amante de un chico menor que ella, madre de 2, aspirante al Oscar, ganadora de un "Globo" y favorita de productores y directores (los mismos que 2 años atrás ni siquiera pensaban en ella como una excelente actriz); también trabaja duro, muy duro como cantante de rock, productora de cine y video, autora de un libro sobre nutrición y ejercicios aeróbicos... y la lista es interminable con todas las actividades que piensa seguir desarrollando. Una reciente aparición en el programa de David Letterman, uno de los más populares de la televisión norteamericana, durante el cual se reencontró con Sonny Bono y cantaron y se besaron y aparecieron como símbolos de la década de los 60, acabó por catapultar aún más la imagen de quien fue escogida por la revista People como una de las figuras más importantes de 1987.

Ahora, cuando le ha encontrado el gusto profundo al cine, cuando le ofrecen mejores papeles, insiste en seguir cantando porque, dice, ha cantado toda la vida y con la música obtiene una libertad que la actuación no le proporciona. Para promocionar I found someone, grabado con el sello de su ex amante David Geffen, escogió como compañero en el video a su amigo el barman, ante la oposición de la compañía que le negó los 175 mil dólares que costaba el proyecto, con el argumento de que la gente no creería en la seriedad del video ni en su profesionalismo si la veían cantar y bailar con su amante. Entonces los miembros del Health and Tennis Corporation of America, para quienes ella ha grabado comerciales durante los últimos 5 años, le dieron el dinero necesario para realizar el video musical, con lo que finalmente se salió con la suya mientras sus patrocinadores podrán utilizar algunas escenas en 2 de sus nuevos comerciales. Más independencia, es difícil.

Y como si todos los proyectos citados fueran pocos, también trabaja en otro libro, un guión sobre el papel de las enfermeras en Vietnam y otro disco, mientras mantiene una casa inmensa en Los Angeles y un apartamento en Soho, con su amigo, su amiga y los dos hijos, además de una secretaria y el Manager y más amigos quienes entran y salen libremente.

Como el vino, Cher ha madurado. Como la madera, ha endurecido y nadie podrá ordenarle nada de aquí en adelante, nadie.