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LA VENDEDORA DE COSAS

Natalia Paris es un fenómeno comercial. Su imagen dispara las ventas de todos los <BR>productos que anuncia.

18 de octubre de 1999

Hace seis años colonizaba la franja de las 10 de la noche un programa de televisión
producido por Oscar Azula con el sugestivo nombre de Bellas y famosas. El espacio se realizaba con
el tratamiento de un comercial y el gancho eran sus protagonistas: mujeres bellísimas, admiradas por
su éxito o envidiadas por su futuro prometedor.
Una de ellas fue Natalia París. Hasta entonces su trabajo como modelo transcurría
tranquilamente en Medellín. El programa se grabó en las Islas del Rosario y tuvo un impacto
arrollador. De allí en adelante todo creció como una bola de nieve. Los publicistas la buscaban, los
medios de comunicación querían entrevistarla y, con apenas 18 años, comenzó a poblar la mente de
millares de fans que soñaban con ella. Así nació el que muchos consideran un verdadero
fenómeno. Ni su voz de niña ni su corta estatura fueron obstáculos para que se volviera la mujer más
deseada de Colombia. No en vano los colombianos la han elegido en las encuestas que suelen hacer
los medios de comunicación como la mujer más sensual de este siglo, el ombligo más sexy y la
mujer más bella de Colombia.

El 'staff'
Hoy en día Natalia París tiene 24 años y detrás de ella existe una organización. Su madre, Lucía
Gaviria, es pieza fundamental en el engranaje. Abogada, con gran experiencia en construcción, a través
de ella se hacen los contratos que Natalia realiza en Medellín. Vigila que los clientes cumplan con el
derecho de que su hija vea anticipadamente el material que van a publicar y asi como las cláusulas de
confidencialidad de sus honorarios. Asesora a la empresa en materia tributaria y controla que las
vigencias caduquen en el tiempo previsto.
Al mismo nivel, pero en Bogotá, está Leonor Garzón, su manager. Ella se encarga desde hace seis
años de manejar los contratos grandes. También le ha correspondido entenderse con empresas
como Playboy y Televisa, de México. A pesar de la generosa suma que le ofrecieron, ella no
aceptó porque no quiere involucrarse con el tipo de fotografía erótica y porque el contrato con Televisa
la obligaba a trasladarse por cinco años a México y trabajar como actriz, que no es lo suyo.

Solidaridad
Como toda empresa, Natalia también tiene un balance social que presentar. Muestra de esto fue
su campaña al lado del general Manuel José Bonett, que consistió en visitas a los soldados heridos
en combate. La última campaña que realizó fue con la fundación española Global Humanitaria, un
especial de televisión que se transmitió el 16 de agosto a las dos de la tarde. Durante la emisión los
colombianos apadrinaron a 1.120 niños de Salahonda, un pequeño pueblo al sur de Tumaco.
Quienes han trabajado con ella aseguran que es una mujer práctica, con visión y una gran iniciativa. La
adoran. Afirman que su atractivo es también interno y le atribuyen mucho carisma. "Con ella el trabajo
es rápido. Una sesión de fotografía puede durar 12 horas y el equipo sabe que Natalia aportará el
máximo para que todo salga bien. Maneja sus cosas con mucho tacto e inteligencia, además tiene un
registro espectacular", precisa el publicista Juan Carlos Molina, quien ha trabajado con ella desde
hace más de 10 años.
Alicia López, vicepresidenta de cuentas de Sancho Publicidad, y Claudia Gutiérrez, gerente de
cuentas de la cerveza Cristal Oro, escogieron a Natalia París como símbolo de la campaña y no se
equivocaron. Ella refleja los eslogans "es mejor y no cuesta más" y "color, cuerpo y sabor". Ha
sido tal la compenetración entre la modelo y la nueva cerveza que los consumidores piden "una
monita" o "una Natalia".
Sin embargo no todos están de acuerdo. Un fotógrafo, quien prefirió omitir su nombre por temor a la
avalancha de comentarios que desencadenaría, señala que Natalia es tan solo un fenómeno de
medios. Piensa que ella misma es una víctima de esto. "Son tres o cuatro poses que están más que
conocidas y que a la final limitan la posibilidad de lo que uno quisiera hacer como fotógrafo".
En el campo de la publicidad también hay quienes consideran que trabajar con Natalia puede ser un
arma de dos filos porque se corre el riesgo de que todo el mundo la recuerde a ella y nadie sepa sobre
el producto. Juan Guillermo Correa, gerente de Ellipse, lo vivió en carne propia. Hizo con ella un
catálogo de ropa interior que la gente se robaba de todos los puntos de ventas pero que no cumplía su
propósito. "La gente buscaba el catálogo y no el producto", asegura.

Los más
Lo que más destacan los publicistas de Natalia es su belleza. Proyecta frescura, naturalidad y una
gran sensualidad. Combina fragilidad y fortaleza. A esto se le suma un talento indiscutible para
comunicarse con la cámara. Seduce la lente sin agresividad, por eso la comparación que algunos
medios quisieron hacer de ella con Pamela Anderson resulta un poco forzada. En realidad ella dista
mucho de ser la femme fatale.
Su cuerpo es único. Esto le ha valido para ser destacada no solo en Colombia sino en publicaciones
del exterior, donde se habla de su perfecta armonía. Por eso lo cuida con gran profesionalismo. Se
somete a un duro trabajo de gimnasio, conserva el tono dorado de su piel y el color del pelo. Jaime
Andrés Orozco, 'El Mosco', uno de los más importantes fotógrafos de modelos en Colombia, destaca
su armonía con estas palabras: "Natalia es el cuerpo sin fisuras que debería mostrarse siempre
desnudo".
Aunque se le ha criticado el tono aniñado de su voz algunas empresas han encontrado en esta
característica una ventaja indiscutible que han explotado con éxito en campañas como Cristal Oro y
Azúcar. Su voz, entre blanca y sugerente, ya se identifica en las más importantes cadenas del país,
sobre todo cuando pide la hora y promete una cita después del trabajo.
Indudablemente uno de los secretos mejor guardados en Colombia es cuánto gana Natalia París. A
diferencia de lo que algunos podrían creer, no cobra por encima de otras modelos colombianas. Es
más, a veces cobra menos que otras modelos menos conocidas, tal como lo confirmó un publicista.
Por otra parte, sus pagos están sometidos a deducciones que llegan a más de 45 por ciento del valor
del contrato por concepto de impuestos y comisión de manager.
Pero otra cara de la industria Natalia París son los proyectos que ella misma realiza y que muestran
con claridad su espíritu de empresaria. El ser publicista le ha ayudado a plantear nuevas formas de
promover y explotar su imagen. Ya produjo un calendario con su propio sello, del cual circularon
35.000 ejemplares, los cuales se vendieron como pan.
En respuesta a su propio interés de continuar engrandeciendo sus posibilidades registró su propia
marca industrial como Nparis, con miras a sacar en un futuro una línea de cosméticos naturales,
bronceadores, protectores solares, calendarios, agendas y ropa. Con estos pasos Natalia París
asegura su futuro cuando la carrera de modelo comience a declinar.

Studio F
Fecha de la última campaña: diciembre de 1998.
Medios: catálogos, vallas, revistas, material de punto de venta, posters y correo directo nacional e
internacional.
Frecuencia: dos avisos por colección. Pautan en Elle y en Semana Colección cuatro veces al año.
Ventas: las cuatro campañas con Natalia abrieron mercados en Costa Rica, Panamá, Venezuela,
Bolivia, Estados Unidos y Chile).
Costo de la campaña: 300 millones de pesos.
Honorarios de Natalia: 13 millones de pesos por la primera campaña y 20 millones por la última.

Cristal Oro
Fecha de campaña: febrero de 1999 sin vigencia establecida. Pueden cambiar los mensajes.
Medios: TV, radio, revistas, vallas.
Frecuencia: en marzo el comercial pasaba 20 veces diarias en TV y en septiembre cuatro y cinco
veces diarias. Cuña de radio en 180 emisoras: 10 emisiones diarias, más señales horarias. Dos
avisos por mes en revistas.
Aumento en ventas: Cristal Oro aumentó su participación en el mercado de 2 a 5 por ciento, (cerca de
11 millones de botellas más en ventas). Costo: 400 millones de pesos.

Esso de Colombia
Fecha de contrato: abril de 1997 (comercial de TV). Vigencia un año. Patrocinio del calendario de
Natalia 1999.
Medios: radio, TV, prensa, puntos de venta y revistas.
Frecuencia: Cuatro avisos de prensa en un mes, cuatro al mes en revistas y cuatro cuñas de radio
diarias por cuatro meses. Natalia participó en el ciento por ciento de TV y en 50 por ciento de radio,
prensa y revistas.
Costo de la campaña: 1.181 millones de pesos.