Home

Gente

Artículo

Carlos creó el set de ‘24’ y de 11 capítulos de ‘Lost’.

TELEVISIÓN

La verdadera estrella

Un arquitecto colombiano es el creador de las escenografías de series tan populares como 'Lost' y '24'. Su éxito más reciente es 'Terra Nova', una producción de Steven Spielberg.

15 de octubre de 2011

"Por Hollywood han pasado varios colombianos, pero nadie ha llegado tan alto como él. Es la verdadera estrella". Esas palabras, pronunciadas por una destacada actriz nacional que se desempeña en la capital mundial del cine, resumen la historia del bogotano Carlos Barbosa. Ni él mismo imaginaba ese destino cuando se retiró de séptimo semestre de Arquitectura en la Universidad de los Andes. "A mis papás casi les da un paro cardiaco porque solo me faltaba ver unas materias y hacer la tesis para graduarme", recuerda. Pese a los esfuerzos por disuadirlo, a los 21 años se fue a Nueva Orleans, donde terminó la carrera con una beca de la Universidad de Tulane. Hoy, 30 años después de tomar esa arriesgada decisión, está seguro de que escogió bien.

Así lo demuestra su impresionante hoja de vida. Carlos es uno de los diseñadores de producción más famosos en Hollywood, gracias a sus escenografías de programas exitosos como Lost y 24. Su labor consiste en crear el universo físico donde se desenvuelve la historia. Uno de sus proyectos más ambiciosos es Terra Nova, una serie de Fox producida por Steven Spielberg y estrenada en Latinoamérica hace poco, que cuenta las aventuras de un grupo de personas del año 2149 que viajan a una época prehistórica.

El colombiano dice que se interesó en el diseño desde que era muy pequeño. Recuerda que le gustaba jugar con fichas de Lego y disfrutaba las navidades porque lo dejaban armar el pesebre. Siempre fue un alumno destacado, pero antes de entrar a Los Andes su meta era irse del país. "Ahora sé que nunca hubiera tenido en Bogotá las oportunidades que he ido encontrando en mi camino", reconoce. Aunque recién llegado a Nueva Orleans le tocó trabajar como mesero en un hotel, al final valió la pena. Se graduó con honores e hizo realidad en el campus su tesis de grado sobre vivienda estudiantil.

Pronto lo contrataron en la firma de arquitectos de Charles Moore, en Los Ángeles, pero se dio cuenta de que eso no era lo suyo. "Me decepcionó por completo el estilo de vida corporativo", admite. Mientras descifraba qué quería hacer, viajó por Estados Unidos en carro y en su paso por Yerington, Nevada, aprovechó para visitar a unos clientes a los que les había diseñado un rancho. "Me invitaron a comer y dio la casualidad de que su vecina era una actriz retirada. Ella me puso en contacto con un primo que era productor de cine y así conseguí mi primer trabajo en Hollywood".

Carlos empezó como coordinador de construcción de la escenografía de Shakes the Clown. Luego, lo llamaron para participar en cintas como La máscara del Zorro y un remake de Psicosis. Eso le abrió las puertas para las grandes series de televisión, como 24, que trata sobre las riesgosas misiones del agente Jack Bauer, interpretado por Kiefer Sutherland. El piloto de ese programa le valió una nominación a los Premios Emmy a Mejor Dirección de Arte en 2001 y desde entonces le empezaron a llegar propuestas de todos lados.

Diseñó el set de CSI: Miami y, en 2004, la cadena ABC le pidió que hiciera el de Lost, la popular serie que narra las aventuras de los sobrevivientes de un accidente aéreo en una isla perdida del Pacífico sur. Realizó 11 episodios de la primera temporada y después aceptó crear la escenografía del primer capítulo de Studio 60 on the Sunset Strip, escrita por Aaron Sorkin. "No me gusta quedarme en el mismo proyecto por mucho tiempo. Prefiero aprender otras cosas y asumir nuevos retos", dice Carlos.

Su labor empieza desde que la historia está en papel hasta el momento que arranca el rodaje. Primero, lee el guion y luego, diseña los planos, hace las maquetas, escoge las locaciones y ejecuta su propuesta visual con el departamento de arte: "El proceso es muy intenso. A uno de la dan una fecha que no se puede mover porque los actores tienen una agenda muy apretada. Hay proyectos en los que hemos llegado a tener más de doscientas personas entre dibujantes, decoradores, pintores y carpinteros, trabajando día y noche". Al final, su mejor recompensa no es solo ver su nombre en los créditos, sino haber logrado con éxito "un escenario único en la pantalla".