Home

Gente

Artículo

sociedad

La vida en rosa

Paris Hilton es la mujer más famosa del mundo por no hacer nada más que ser millonaria, hedonista y exhibicionista.

22 de noviembre de 2005

Se considera a sí misma modelo, actriz, cantante y escritora. Y en efecto, de una u otra manera ha ejercido todos estos oficios durante sus 24 años de vida. Pero en verdad, además de ser una de las herederas de la fortuna de la familia Hilton, dueña de una de las cadenas hoteleras más grandes del mundo, es más conocida por ser una mujer fiestera y vivir una vida acomodada y llena de lujos. Por esto no es atrevido decir que Paris es famosa por ser ella y no hacer absolutamente nada en especial. Antes de lograr fama internacional, ella y su hermana menor, Nicky, ya eran personajes conocidos dentro de la élite neoyorquina. Asistían a numerosas fiestas de sociedad y de artistas del mundo del cine y la música. Se codeaban con los más ricos, y ellas mismas hacían parte de la crême de la crême. Fue gracias a las numerosas apariciones en la página 6 del New York Post, sección dedicada a los chismes de la alta sociedad, que Paris comenzó a cobrar cada vez más fama. En este periódico se decía que ella era el alma de las fiestas y por esto todos querían tenerla en las suyas. Usualmente, esta clase de publicidad ofrece 15 minutos de fama a las socialites, como ella. Pero Paris ha logrado que este cuarto de hora, que ya tiene más de un lustro, se siga extendiendo. Ella se ha transformado en un fenómeno mediático. Los paparazzi la aman y la siguen a todas partes. A diferencia de otros famosos, ella disfruta estar a la vista del público y que le tomen fotos y es conocida por posar ante las cámaras, esté donde esté. Tanto quienes la aman y la siguen, como quienes no la soportan, no pueden evitar hablar de ella. Además, ha sido la imagen de diferentes marcas como Guess y el restaurante de comidas rápidas Carl's Jr. Sin importar la controversia que cause por su insinuante forma de vestir, numerosos novios, múltiples escándalos y escaso vocabulario, el que su imagen esté asociada a un producto implica que tendrá muy buenas ventas, y los publicistas lo saben. Paris heredará casi 50 millones de dólares, pero esto no la ha detenido para ir en busca de su propia fortuna. Por sus cortas apariciones en películas, la venta de su perfume homónimo, su reality show The simple life, su disco que aún no sale a la venta y el diseño de joyas y carteras logró ganar más de siete millones de dólares el año pasado. Por esto la revista Forbes la nombró una de las celebridades más poderosas. Pero no todo en su vida ha sido color de rosa. En 2004 apareció por Internet y luego en DVD el video Una noche en Paris, en donde ella aparecía teniendo relaciones sexuales con su antiguo novio Rick Salomón. Este año un menor de edad logró hackear su celular y publicar la información que contenía en donde se encontraban teléfonos de cientos de artistas famosos y fotos comprometedoras en donde Paris aparecía con el torso desnudo y besando a otra mujer. Este año parecía que Paris empezaba a tomar la vida más seriamente. Tenía una relación 'estable' de más de cinco meses con un heredero griego llamado Paris Kasidokostas Latsis. Los enamorados se comprometieron poco tiempo después de conocerse y él le regaló un anillo de compromiso con un gigantesco diamante que costó cinco millones de dólares. En la revista Vanity Fair de este mes apareció la pareja proclamando su amor, pero el fin de semana pasado Paris anunció el fin de la relación porque "no me siento preparada para casarme aún". Pero no ha devuelto la sortija. Y como todo en su vida desde que alcanzó la fama, como cuando perdió a su perrita Tinkerbell, esta noticia también le dio la vuelta al mundo. "He trabajado muy duro para llegar donde estoy", dijo Paris a la revista Hola. No hay duda de que su celular no para de sonar, ella nunca deja de aparecer en todas partes y tiene una vida muy ocupada. Y es que en esta versión moderna de pobre niña rica, Paris parece jugar con el público para salir de la monotonía del lujo y la extravagancia. Por esto es posible especular que aún hay Paris para rato, aunque nunca se decida a hacer realmente algo.