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LA VOZ DE LA ESPERANZA

Al cumplir 20 años de trayectoria artistica, Carmenza Duque ha dado un doble sentido a su voz.

8 de enero de 1990

Veinte años de exitosa carrera artística podrían ser un positivo balance para cualquier cantante, pero no para Carmenza Duque, quien además de su talento y profesionalismo ha dado un noble sentida a su maravillosa voz. Su arte se ha convertido en el motor de una fundación dedicada a ayudar a los niños que sufren de leucemia.

Durante su larga trayectoria Carmenza Duque ha sido fiel a la estricta regla de hacer cada año sólo un disco, sólo un concierto y sólo un programa de televisión. Una norma a la que Carmenza atribuye el secreto de haber permanecido durante dos décadas como figura de primer plano en la canción. Pero al mismo tiempo, esta sabia fórmula le ha permitido combinar su vida de esposa y madre con su carrera artística. Y aunque la dedicación a su familia le impidió proyectarse artísticamente en el exterior y aceptar algunas estupendas ofertas, siempre pensó que lo que dejaba de hacer como cantante la vida se lo compensaba en el aspecto familiar.

Lo que nunca imaginó es que una dura experiencia familiar le daría un nuevo sentido a su arte. Sucedió hace tres años, cuando se enfrentó al diagnóstico terrible de la leucemia de uno de sus hijos, por fortuna ya superada.
Entonces Carmenza conoció la dramática lucha de muchos niños colombianos contra este terrible mal y decidió dedicarse, como cantante y como mujer, a trabajar por esas pequeñas víctimas que en muchos casos morían por falta de una medicina.

No fue una decisón fácil. Inicialmente, su dolor como madre la llevó a pensar que el canto y la música, parte integral de su vida, habían desaparecido para siempre de su mundo. Sin embargo, su dolor se tradujo en fortaleza y su sensibilidad artística en sensibilidad humana. Entonces decidió poner su voz al servicio de los niños sin recursos económicos, que afrontan el difícil trance de padecer este tipo de cáncer. Una situación dramática para muchas familias colombianas, porque a los altos costos de las medicinas y a la dificultad para conseguirlas se suma la necesidad imperante de un estricto control médico y un tratamiento permanente.

Casi dos años después, la Fundación "Los Niños de Carmenza Duque" constituye no sólo un apoyo económico y moral para las familias sino una esperanza para los niños de superar su enfermedad. A través de sus discos y sus conciertos se han recaudado los fondos necesarios para que hoy exista un banco de drogas oncológicas y una casa donde los niños colombianos, víctimas de la leucemia, reciben cariño y hospitalidad durante el tiempo que dure su tratamiento. A la voz de Carmenza se han sumado muchos de sus amigos del medio artístico. Cantantes de la talla de José Feliciano, Julio Iglesias y Armando Manzanero, entre otros, han regalado algunos de sus éxitos para un disco a beneficio de la fundación. También algunas figuras de las artes plásticas, entre los que se cuenta Fernando Botero, se han vinculado a esta noble tarea donando sus obras para una subasta. Y muchos pequeños viven gracias a la solidaridad del arte.

El próximo mes de marzo, Carmenza Duque, en concierto, hará un nuevo llamado al país para brindar una voz de aliento y una esperanza de vida a muchos niños de Colombia.
Una noble causa que sin duda ha dado una nueva dimensión al extraordinario talento artístico y la brillante trayectoria de una de las cantantes más queridas por los colombianos.-