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LAS GORDAS DE LA DISCORDIA

20 de junio de 1994

BILL KOCH ES LA OVEJA NEGRA DE SU FAMILIA, PROPIETARIA de un millonario conglomerado estadounidense dedicado a la explotación del petróleo. Conocido por ser un genial hombre de negocios y un extravagante coleccionista de arte, el petrolero decidió añadir a la mayor colección de esculturas al aire libre del mundo que reposa en el jardín de su casa de Palm Beach, nueve voluminosas esculturas de Botero. Cada una de sus extravagancias le costó un millón de dólares y no pocos problemas con los vecinos. En su edición de junio, en un reportaje dedicado a Koch y a su esposa, la revista Vanity Fair reprodujo las palabras de quienes tienen vistá sobre el prado. "Tenemos frente a nuestras ventanas una gorda agachada que muestra sus senos, un enorme y gordo gato, y una familia de personajes pasados de peso. Y, como si fuera poco, tenemos a un gladiador gigante con un pene que parece producto de una masiva ingestión de esteroides. Aparentemente a algunas personas no les basta sus casas para poner sus cosas", dijeron los vecinos.