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Mary Cheney dijo en su libro ‘Now It´s My Turn’ que su padre, Dick Cheney, apoya su noviazgo con Heather Poe. Pese a las críticas de los republicanos más conservadores, ella asegura que considera su relación un matrimonio

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Locos por Mary

La hija lesbiana de vicepresidente Dick Cheney está embarazada. Se anticipa escándalo entre los republicanos.

8 de diciembre de 2006

Mary Cheney siempre ha sido la nota disonante en la rígida sinfonía ultraconservadora del vicepresidente republicano de Estados Unidos, Dick Cheney. Aunque fue la mano derecha de su padre y una de sus principales asesoras durante las pasadas campañas electorales, y en la actualidad es una alta ejecutiva de la firma AOL, tiene el rótulo de la hija lesbiana de uno de los hombres más influyentes de la administración Bush.

Tener esta inclinación sexual y estar tan ligada a un gobierno que ha apoyado una enmienda a la Constitución que impida las uniones homosexuales parece algo contradictorio. Pero la situación es aun más complicada cuando, además, se ha convivido con una pareja durante casi 15 años y se espera un hijo. The Washington Post dio la buena nueva: Dick Cheney y su esposa Lynne, que ya tienen cinco nietos de su hija Elizabeth, van a ser abuelos por sexta vez. La menor, Mary, será madre primeriza a sus 37 años. Según el diario, la portavoz del vicepresidente, Lea Anne McBride, ha dicho que los abuelos "esperan ansiosos la llegada del bebé". También se afirma que las circunstancias del embarazo "se mantendrán en privado".

Mary ha dejado saber que admira a su padre y que él siempre ha sido un apoyo incondicional. Así lo aseguró en su reciente libro, Now It's My Turn, con el que dejó de lado el bajo perfil que había mantenido y por el que habría recibido un millón de dólares. En sus páginas cuenta que salió del clóset a los 16 años, después de terminar con su primera novia. "Estaba triste y decidí ahogar mis penas con dulces y chocolate". Cuenta que una tarde dejó de ir al colegio para comprar donas y en el camino chocó su carro. La angustia la llevó a contarle todo a su mamá: "Creo que le tomó un par de minutos darse cuenta de que lo que le decía no era una increíble excusa por el accidente", dijo en entrevista con Time. Según Mary, cuando, ese mismo día, habló con su padre, éste le dijo: "Tú eres mi hija, te quiero y sólo deseo que seas feliz".

Y al parecer así ha sido. Mary conoció a su pareja, Heather Poe, una guardabosques en 1988 durante un juego de hockey sobre hielo. Cuatro años más tarde iniciaron la relación. Actualmente, Poe, de 45 años, trabaja como decoradora y se dedica a renovar la casa de Virginia a donde se mudaron para estar cerca de los Cheney. Paradójicamente, en noviembre los votantes del estado pasaron una enmienda para prohibir uniones civiles entre personas del mismo sexo. Esa y otras circunstancias han hecho que la comunidad gay, a pesar de todo, la critique por no ser más efectiva al defender sus derechos.

Cuando durante las elecciones de 2004 le preguntaron al Vicepresidente acerca de los matrimonios homosexuales, expresó que "las personas son libres de tener el tipo de relación que quieran, y completó: Lynne y yo tenemos una hija gay", pero advirtió que las políticas eran asunto del Presidente. Luego, él y su esposa se enfurecieron cuando el candidato John Kerry y su fórmula vicepresidencial, John Edwards, se refirieron a la tendencia sexual de su hija durante un debate, un gesto que muchos vieron como un arma para quitarles votos cristianos a los republicanos. De "truco político barato", calificó Lynne la acción, a lo que Edwards respondió, alborotando más el avispero: "Creo que esto refleja cierta vergüenza respecto a las preferencias de su hija".

La situación de Dick Cheney se complicó cuando, durante la campaña George W. Bush, empezó a insistir en que la Constitución debería definir al matrimonio como la unión de hombre y mujer. Mary lo consideró una ofensa y confesó a Time que contempló dejar de trabajar para un candidato discriminador. "Me quedé por mi padre. Yo creo en él".

Ahora, con la noticia de su embarazo, el debate ha vuelto a salir a la luz. Mary Cheney se encuentra en una especie de limbo. Muchos republicanos la ven como el lunar de su padre, mientras los activistas gay la consideran una traidora que no ha hecho nada por ellos desde su privilegiada posición.