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LOS MAGNIFICOS

Con Higuita, son cinco las estrellas del fútbol colombiano que montan toldo en España.

16 de septiembre de 1991

EL ALMA DE LA selección Colombia se marchó para el otro lado del océano. A España, al Real Valladolid, un equipo que hace parte del torneo de primera división del fútbol español.
Ese es ahora el nuevo hogar de Francisco Maturana, Diego Barragán, Leonel Alvarez, el Pibe Valderrama y René Higuita. Cada uno de ellos, en su puesto, representa lo mejor del fútbol colombiano en su última década.
Los cinco fueron protagonistas en el mundial de Italia. Los cinco fueron considerados en las dos últimas versiones de la Copa América como los mejores de Suramérica. La sola mención de sus nombres bastaba para que cada domingo los estadios del país se llenaran.
El primero en empacar maletas fue Francisco Maturana. Después de que la selección Colombia se hiciera notar como lo hizo en el mundial de Italia, el nombre de Pacho entró en la baraja de los grandes equipos y terminó en el Valladolid, entonces un equipo modesto, sin jugadores estrellas y sin marcadores que mostrar.
Detrás de Pacho llegó Diego Barragán, el hombre que impuso la moda en España del doble entrenamiento diario para mejorar el rendimiento de sus futbolistas. Juntos iniciaron la aventura de convertir al Real Valladolid en un equipo que se pudiera tratar de tú a tú con los grandes cuadros europeos. Un sueño que parecía lejano, pues sin una nomina estelar y sin mucha plata para contrataciones nuevas, el futuro no era nada halagador. Sin embargo lo hicieron, y de la noche a la mañana, los dos colombianos se convirtieron los mismos en estrellas del periodismo deportivo español.
Mientras los dos técnicos triunfaban en España, muy cerca, en Montpellier, el Pibe Valderrama se configuraba como el nuevo ídolo del fútbol francés. Valderrama fue el primer jugador colombiano de exportación cuyo pase costó cuatro millones de dólares, una cifra desconocida hasta entonces en el fútbol nacional.
Durante el primer año los magistrales pases que le han dado la fama al Pibe no cuajaron y el balance no fue bueno. Pero una vez que olvidó el olor del sancocho de pescado y el patacón