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Los nuevos superhéroes

Se estrena 'Troya', la nueva superproducción de Hollywood. ¿Tendrá éxito esta adaptación cinematográfica de 'La Ilíada'?

16 de mayo de 2004

Untitled Document Hace ya un par de años los productores de Hollywood vienen repitiendo la misma fórmula: buscan un superhéroe olvidado, escogen a la estrella de moda, filman una historia mediocre pero llena de efectos especiales y se

aseguran varios millones de dólares. En los últimos cinco años películas como El hombre araña, Hulk o X-men, por sólo citar algunas, se han convertido en éxitos de taquilla. Pues bien, parece que los superhéroes se acabaron y los productores tuvieron que mirar un poco hacia el pasado, más específicamente a la Grecia antigua. Allí encontraron una gama de héroes que, con unos retoques, les permitían seguir ganando. Y ahí fue Troya.

La película, dirigida por el alemán Wolfgang Petersen, está basada en La Ilíada, uno de los dos poemas épicos atribuidos a Homero, que narra la gran guerra librada entre troyanos y griegos. En principio Petersen quiso mantener la idea original, pero debió hacer cambios para complacer al público. La primera, y la más complicada, fue la del tiempo: la guerra que relata Homero en su extenso poema duró más de 10 años. Para haber contado todos los pormenores el director hubiera tenido que filmar horas y horas con un presupuesto inimaginable, en cambio redujo la historia a su mínima expresión. Esto lo obligó a eliminar personajes y episodios y, sobre todo, a retirar muchos elementos clave de la cultura griega. Es como si hubiera tenido que hacer una película sobre la Segunda Guerra Mundial de 45 minutos en la que no cupieran Churchill ni Stalin.

Los personajes de la mitología griega sufren varios cambios en esta nueva versión. Por ejemplo Agamenón, el poderoso rey de Grecia, es retratado como un villano grotesco. O Aquiles, el gran héroe de la mitología, parece por momentos como un personaje de Matrix. Una de las críticas que se le ha hecho a la película es que casi todos los personajes parecen caricaturas de los verdaderos héroes griegos. El periodista Steve Rhodes dijo: "Los actores nunca logran sobrepasar su personalidad hollywoodense. Cuando mueren en el campo de batalla a nadie le importa: de todas formas los volveremos a ver en unos meses en otra superproducción". En efecto, para el espectador es muy difícil tener que aceptar que el legendario Aquiles sea Brad Pitt, que los príncipes Paris y Héctor sean Orlando Bloom y Eric Bana o que Agamenón sea Brian Cox.

La historia también sufre unos cambios en pro de la estética hollywodense. Por ejemplo Briseida y Aquiles son amantes, lo que no sucede en el poema en el que ella no es más que una esclava. En la Ilíada, en cambio, Aquiles y el joven Patroclo tiene una relación amorosa -lo que era normal en la sociedad griega-, mientras que en la película pasan a ser primos. Igualmente, en la versión original no se menciona el episodio del caballo de Troya, pero en la película es una de las secuencias más importantes. En fin, se trata de simplificaciones comprensibles pues la película trata de adaptar los códigos de una sociedad antigua a los de las cintas de Hollywood.

Con un presupuesto de 185 millones de dólares, Troya es una de las películas más costosas que se han filmado. Esto es comprensible si se tiene en cuenta que los productores tuvieron que reconstruir toda una época histórica. Además trataron de hacerlo de la manera más exacta: "No se trataba simplemente de poner unos cacharros de barro y gente disfrazada allí", explicó Petersen. De hecho un año antes de comenzar a rodar, los productores contrataron arqueólogos del Museo Británico para que hicieran una investigación. El problema principal es que no existe ninguna evidencia de cómo fue en realidad la ciudad. Es más, ni siquiera se sabe con exactitud si Troya existió. El siguiente pasó fue construir la ciudad que los investigadores habían diseñado. El equipo viajó a Malta, donde reconstruyó Troya sobre una antigua base militar con un área de cuatro hectáreas. Además de casas, caballerizas y un palacio, los constructores tuvieron que levantar una muralla de 150 metros de largo y 12 de altura. También construyeron cinco barcos de madera de tamaño real, 20.000 flechas, 3.000 espadas y 4.000 armaduras con sus escudos. Las escenas de batalla que suceden en la costa de Troya fueron filmadas en una playa en México, donde además volvieron a construir gran parte de las murallas y un enorme templo. Como si fuera poco contrataron 300 soldados búlgaros y 2.000 extras mexicanos. A todos ellos los llevaron a Malta y luego a México. Pero tal vez el momento más impresionante del rodaje de Troya es el incendio de la ciudad. Para registrar esa secuencia el equipo de producción incendió todo el set. La escena, filmada en una sola noche, es el incendio más grande en la historia del cine.

Sin embargo, el éxito no parece estar asegurado. Algunos creen que se trata de una apuesta demasiado arriesgada y que Troya puede llegar a ser un enorme fracaso económico. Por ahora falta ver si los enormes músculos de Aquiles son suficientemente fuertes para sostener el andamiaje de semejante inversión.