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Ben Bradlee | Foto: Archivo SEMANA

OBITUARIO

Murió el legendario editor del Washington Post, Ben Bradlee

Alcanzó la fama mundial porque como director del diario supervisó los reporteros que destaparon el escándalo Watergate.

22 de octubre de 2014

Ben Bradlee, el director del diario The Washington Post durante la cobertura del escándalo Watergate que le valió un premio Pulitzer y vigorizó su redacción durante más de dos décadas, murió este martes. Tenía 93 años.

Bradlee falleció en su casa de causas naturales, informó el Post.

Como director gerente primero y como director ejecutivo después, la rasposa voz de Bradlee diseñó la transformación del Post de un aletargado periódico local a uno de los grandes diarios nacionales. Contrató a una nómina de talentosos periodistas y estableció normas editoriales que le merecieron al periódico un nuevo respeto.

Bradlee se destacó temprano como periodista gracias a su amistad con un presidente, John F. Kennedy, y se hizo famoso por su papel en la caída de otro, Richard Nixon, al ayudar a encaminar la cobertura de Bob Woodward y Carl Bernstein durante el escándalo de Watergate.

El actor Jason Robards convirtió a Bradlee también en un éxito de taquilla con su interpretación del editor en la película de 1976 "Todos los hombres del presidente", que le mereció un Oscar.

El matrimonio de Bradlee en 1978 con la reportera estrella del Post Sally Quinn (su tercera esposa) añadió más glamour a su imagen.

Fue uno de los pocos que conoció desde el principio la identidad de la célebre fuente de Watergate, llamado Garganta Profunda. En 2005 finalmente se reveló públicamente que se trataba de W. Mark Felt, un funcionario del FBI.

"Creo que hizo un gran servicio a la sociedad", dijo Bradlee después de que finalmente se ventiló el papel de Felt.

En una perdurable asociación con Katharine Graham, Bradlee tomó partido por la libertad de prensa en 1971 al seguir adelante con la publicación de los Papeles del Pentágono, un estudio secreto de la guerra de Vietnam que divulgó The New York Times, en contra del consejo de los abogados y los ruegos de altos funcionarios del gobierno. La consecuente batalla legal llegó hasta la Corte Suprema, que confirmó el derecho de los periódicos a publicar los documentos filtrados.

El presidente Barack Obama recordó a Bradlee como un "verdadero periodista" que transformó The Washington Post en uno de los mejores periódicos del país.

En un comunicado emitido la noche del martes, Obama dijo que Bradlee estableció los parámetros de una información honesta, objetiva y meticulosa que animó a muchos otros a consagrarse a la profesión.

El año pasado Obama otorgó a Bradlee la Medalla Presidencial de la Libertad en una ceremonia en la Casa Blanca.