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NACE UNA ESTRELLA

Después de ser modelo y reina de belleza, Margarita Rosa de Francisco llega a la televisión como actriz y su actuación sorprende.

15 de septiembre de 1986

La joven aparecía extendida sobre la arena, con un fondo de mar azul y el sol y la brisa se llevaban las últimas gotas de agua que quedaban sobre su cuerpo. Entonces, con una voz muy seductora y un gesto muy decidido, aseguraba que "ese cuarto de caloría por botella no se puede ver aquí... ni aquí... ni mucho menos aquí" y se señalaba cada parte del cuerpo invulnerable a la acción de una gaseosa dietética. Ese comercial hechizó a millares de televidentes que en pocas noches lo volvieron favorito. Después la modelo cambió el vestido de baño por unos bluejeans y también fascinó. Posteriormente, en 1984, cambió todo eso por el cetro y la corona de virreina nacional de belleza y ahora retorna a la pantalla no para anunciar un producto, no para desfilar ante un jurado, sino para ser la protagonista de "Gallito Ramírez", la telenovela de Caracol.
Margarita Rosa de Francisco es esa joven de línea perfecta que cautivó como modelo, que es la misma que desató polémicas por no haberse ganado el premio mayor del concurso de belleza, que es la misma Menchi, que todos los días entre semana, a las diez de la noche, hace por estos días su debut como actriz de televisión. De televisión, se advierte, porque esta caleña de 21 años, extrovertida y talentosa, ya había pasado por el nerviosismo que producen las cámaras de filmación. Sucedió hace seis años cuando participó en la película "Tacones", dirigida por el valluno Pascual Guerrero. Allí Margarita Rosa no necesitó nada más que hacer para el público una de las cosas que más le gusta: bailar. Y salsa, que es su afición, su pasión y su diversión. Ese papel coprotagónico la dejó picada y por eso, a pesar de las dudas iniciales se lanzó con gusto al papel que le ofrecieron en la nueva telenovela convencida que no solamente fue llamada por ser bonita sino porque "veían en mí alguna madera".
El camino de la figuración había comenzado para Margarita Rosa con una renuncia: a la carrera de filosofía y letras en la Universidad del Valle, que inició al concluir el bachillerato. "Quería más acción", reconoce y cuenta que después de esa dimisión a lo académico vino su elección como Señorita Valle, el concurso en Cartagena, su vicerreinato y un viaje a Londres donde, además de representar a Colombia en Miss Mundo, tomó cursos de música ("que es mi goma") y de inglés. Ninguna de estas vocaciones le llegó por generación espontánea. Al contrario. Pudiera decirse que su belleza, en primer lugar, y su talento le llegaron como una herencia. Hija de la ex reina Merceditas Baquero hoy diseñadora de modas, y de Gerardo de Francisco, su vida ha estado volcada hacia el ambiente de la sociedad a través del restaurante El Zaguán del Viejo Conde, en Cali, famoso no sólo por la comida sino por la tertulia que allí se hace cada noche. El padre de la reina-actriz, un hombre apuesto y simpático, "un bacán, mejor dicho", es además de anfitrión del lugar, su animador y músico: canta y toca guitarra.
Al crecer en ese ambiente, junto a su hermana Adriana, no ha resultado difícil su tránsito desde el modelaje hasta la actuación. Más bien, ha sido un camino obvio que ahora mismo la obliga a vivir en Bogotá como si fuera una simple y primípara estudiante universitaria. Comparte un apartamento con tres amigas, sale por las mañanas a los ensayos de rigor, escucha casetes de "salsa dura" en los tiempos libres que, sin embargo, no son muchos. "Ni siquiera he podido conocer los salseaderos", dice con la misma naturalidad con que está actuando su papel en "Gallito Ramírez". En esta telenovela se le ha considerado una revelación por la frescura con que actúa, porque está exenta de fingimientos y de estereotipos y de los 18 capítulos que ha grabado (a pesar de que la serie lleva una semana en el aire) ha sacado mucha experiencia "porque mis compañeros y el director, Julio César Luna, han sido muy especiales conmigo".
Su futuro es amplio, según los entendidos. El año próximo quiere matricularse en una universidad bogotana para estudiar periodismo, pero nadie puede garantizarlo porque muchas cosas pueden sucederle a esta nueva actriz. Cosas que tendrán que ver con su carrera. Cosas que tienen que ver con el hecho simple y comprometedor de que en ella ha nacido una estrella.