Ni tan feliz

El jueves 12 de abril murio en Worcester (Massachusets) Harvey R. Ball, el creador de la popular ‘carita feliz’. Lo curioso es que él nunca tuvo un motivo para sonreír. Por el icono, que ha recorrido el mundo entero y ha aparecido en miles de camisas, bolsos, bicicletas y hasta en las estampillas del servicio de correo de Estados Unidos, Ball sólo recibió 45 dólares en 1963, cuando trabajaba como creativo de una pequeña agencia de publicidad. Allí ideó una campaña en la que la carita feliz tenía como objetivo mejorar las relaciones entre dos empresas que estaban a punto de fusionarse. Pero Ball no fue precavido y no registró su idea, por lo cual nunca tuvo los derechos de autor. Se dio cuenta de su error cuando en 1971 se desató la fiebre de la carita feliz: se vendieron más de 50 millones de accesorios en los cuales aparecía la cara amarilla de gran sonrisa. Ball no vio un dólar y murió al borde de la pobreza. De haber registrado el producto podría haber ganado una fortuna de 60 millones de dólares.