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PERO SIGUE SIENDO EL JEFE

Ni droga, ni alcohol, ni infidelidades en la vida de Bruce Springsteen, el más importante rockero del momento

29 de diciembre de 1986

Que un joven triunfe en el medio artístico norteamericano no es raro. Lo que realmente llama la atención es que Bruce Springsteen haya triunfado en la forma en que lo hizo. Sus conciertos son una verdadera locura: la gente recorre miles de kilómetros para asistir a ellos las tractomulas se convierten inmediatamente en casa-hoteles y el público es capaz de instalarse en ellas varios días antes del concierto, aunque pase el tiempo y ni siquiera pueda bañarse. Todo puede hacerse con tal de ver y oír a este héroe de la clase obrera norteamericana, que por medio de su música pop de protesta, deleita a todos, pero en especial a los más pobres, que cada dia son más en los Estados Unidos.

Para quienes lo admiran, Springsteen (más conocido como The Boss, "El Jefe") significa algo más que una simple moda, como lo fueron John Travolta o Michael Jackson. O por lo menos una moda más duradera de hecho Springsteen lleva ya varios años batiendo récords de ventas con sus discos. Y es cierto que detrás de él hay algo más: para empezar no es precisamente un "sardino", ya que nació hace 37 años. Además estuvo en Vietnam, y a él tampoco se le ha olvidado. Por esto quizá, su música rocanrolera tiene significado para muchos jóvenes, de su generación y de la siguiente, de los que vivieron Vietnam y de los que le temen a la "Guerra de las Galaxias".

Springsteen es consciente de esta situación, de su posición frente al público, y él mismo se define como populista cada vez que le hablan de política en una entrevista, antes o después de reunir hasta 300 mil personas para un solo concierto y de que cada una de ellas pague alrededor de 3.500 pesos por una boleta. Su canción Born in the USA ("Nacido en los Estados Unidos") ha vendido en un año 7.5 millones de copias en EE.UU. y otros 5 millones en el exterior. En este mes, está batiendo de nuevo todas las marcas con la venta de su álbum "Springsteen en vivo", que sus seguidores se pelean en los almacenes de discos, donde pagan por él 24.99 dólares. ¿Por qué tan universal? La respuesta la da un comentarista radial de música pop en Europa: "Es el representante del dinamismo norteamericano, porque ha podido mover masas de todos los estratos sociales pero además los problemas de que habla en sus canciones, los problemas de la clase obrera norteamericana, son los mismos de las clases obreras de muchos países del mundo".

¿Quién es y de dónde vino este hombre? Nacido el 23 de septiembre de 1949 en Nueva Jersey hijo de un humilde matrimonio de irlandés con italiana, su primer contacto con el rock and roll fue a los 9 años, cuando descubrió a Elvis Presley. Durante su adolescencia, odió las clases de guitarra y soñó con ser beisbolista.
Pero más temprano que tarde, la música ganó la batalla, aunque en un principio él sólo quiso ser músico de fin de semana. Su primer contrato es famoso por haber sido firmado en un parqueadero, en una época en que los Rolling Stones estaban a punto de comenzar a influirlo profundamente.
Hoy en día, quienes lo conocen revelan algunos pequeños secretos de su personalidad, como que no le gusta mucho que lo llamen The Boss; que para él, las hamburguesas de McDonald's son el "paraíso"; que es un mago del pinball; que se considera --con razón--un pésimo conductor o que siempre está dispuesto a hacer una donación si considera que la causa es justa.

Como si fuera poco, no consume drogas ni alcohol, y en materia de mujeres, su vida está totalmente dedicada a su esposa Julianne Phillips.

A Springsteen le están lloviendo ahora toda clase de ofertas: los productores de cine quieren llevar a la pantalla gigante la vida de The Boss, del mismo modo que lo hicieron con Prince; algunas agencias de publicidad le han propuesto utilizar su máximo éxito Born in the USA para hacer comerciales de teievisión; otros le prometen millones por realizar videos musicales con sus principales éxitos; y finalmente están los que quieren que escriba una autobiografía y también le ofrecen muchos dólares. Pero la respuesta de Springsteen es siempre la misma: no. El sólo quiere seguir llegando "a la audiencia por medio del rock and roll". Y todo indica que lo va a seguir haciendo. Que se va a seguir subiendo al escenario con sus viejos jeans y su camiseta, para cantarle a la fidelidad, al trabajo, a las injusticias y al horror de las armas nucleares. --