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Premio a la lealtad

Kent Adonai, heredero de una mansión en la isla caribeña de Santa Lucía como recompensa a sus treinta años al servicio del multimillonario Lord Glenconner, no ha podido disfrutar de su buena suerte.

25 de junio de 2011

Kent Adonai, heredero de una mansión en la isla caribeña de Santa Lucía como recompensa a sus treinta años al servicio del multimillonario Lord Glenconner, no ha podido disfrutar de su buena suerte. Lady Anne, la esposa del difunto, le está pidiendo que le devuelva la propiedad y ha amenazado con demandarlo. Glenconner cambió el testamento pocos meses antes de morir de un ataque cardiaco el año pasado, pues se suponía que la casa iba a quedar en manos de uno de sus nietos. Lady Anne asegura que su marido padecía cáncer y estaba muy enfermo cuando decidió darle la millonaria residencia a un "sujeto que no sabe leer ni escribir". El empleado, quien hacía las veces de conductor, cocinero y guardián de un elefante que su amo compró en los años noventa, no cederá a los reclamos y ya anunció que subastará algunas de las pertenencias de la familia. Se estima que recaudará entre 750.000 y un millón de libras. "Sé que mi esposo lo quería mucho, pero ¡yo estuve casada con él 55 años!", aseguró la mujer.