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Britney Spears espera reunir 15.000 personas en el Parque Simón Bolívar de Bogotá.

ESPECTÁCULO

Princesa por siempre

Britney Spears sigue atrayendo a millones de fanáticos en el mundo, a pesar de que ya pasó su época dorada. El 26 de noviembre se presentará por primera vez en Colombia.

19 de noviembre de 2011

Aunque a los 18 años Britney Spears logró todo lo que podía aspirar en la vida cuando alcanzó el estatus de fenómeno juvenil, hoy, a sus 30, se niega a dejar los trajes extravagantes, las luces y las coreografías. Con 100 millones de discos vendidos en todo el mundo, la princesita del pop sigue siendo una de las estrellas más cotizadas de los últimos tiempos. Después de Barack Obama, es la sexta persona con más seguidores en Twitter, la tercera artista más buscada en internet y la intérprete femenina más vendida de la primera década del siglo XXI.

Britney se presentará el próximo 26 de noviembre en el Parque Simón Bolívar de Bogotá, en un concierto que, según Ocesa, la empresa que organiza el espectáculo en Colombia, espera reunir 15.000 personas. Antes de su debut en el país con su Femme Fatale Tour, la cantante estadounidense pasará por Brasil, Chile y Argentina y luego seguirá por Venezuela, México, República Dominicana y Puerto Rico. Atrás quedaron los días en que brillaba solamente por los escándalos. Ahora, no solo volvió a los estudios, sino que retomó el rumbo de su vida personal: está dedicada a sus dos hijos y a finales del año, al parecer, formalizará su compromiso con Jason Trawick, su novio desde 2009.

"Como artista, Britney es eterna. Verla actuar ahora es lo mismo que verla hace una década. Es un símbolo y por eso los fans que se enamoraron de ella hace diez años, todavía compran su música", dijo a SEMANA Christopher Smit, experto en cultura pop y autor del libro The Exile of Britney Spears: A Tale of 21st Century Consumption. De todas formas, ella ha tenido que adaptarse a los cambios de la industria para sobrevivir a la caída de la venta de discos. Por eso, aparte de las redes sociales, ha decidido apostarles a las grandes giras -la producción del concierto en Colombia cuesta alrededor de un millón de dólares-, pues además de asegurarle una buena fuente de ingresos, mantiene su imagen vigente.

Britney se involucró en el negocio del espectáculo cuando apenas era una niña. A los 3 años su mamá la inscribió en clases de baile y a los 12 ya hacía parte del show de televisión The Mickey Mouse Club (Justin Timberlake y Christina Aguilera también empezaron en ese programa). Desde entonces se convirtió en el soporte económico de su familia, responsabilidad que aumentó con el éxito de Baby One More Time y Oops!...

I Did It Again, los discos que la hicieron merecedora del título de la princesa del pop a finales de los noventa. Poco a poco, la adolescente desconocida de Kentwood, Louisiana, pasó a ser la celebridad más poderosa del planeta.

Pero la fama temprana le pasó una cuenta muy alta. En 2007 se volvió la comidilla de la prensa y no precisamente por su música, sino por sus constantes metidas de pata. "Su vida de telenovela la mantuvo en el centro de todas las miradas, especialmente en una época en que la notoriedad se volvió más importante que el talento", aseguró a esta revista Neil McCormick, el crítico musical del periódico The Daily Telegraph. Después de dos matrimonios fugaces (el primero con su amigo de infancia Jason Alexander y el segundo con el bailarín Kevin Federline), Britney se entregó a la rumba y los excesos.

Primero mostró su lado más rebelde cuando se dejó fotografiar usando faldas cortas sin ropa interior y luego, cuando se rapó y atacó a un paparazi con una sombrilla. Su vergonzosa presentación en los MTV Video Music Awards de ese año completó la cadena de desastres. Como resultado, perdió millonarios contratos publicitarios y tuvo que ser internada en un centro psiquiátrico. En ese momento, varios medios tenían listo su obituario, pues pensaban que su siguiente locura terminaría en tragedia.

Al final no se cumplió el presagio y Britney logró salvar su carrera con la ayuda de sus padres. En diciembre de 2008, su sencillo Womanizer alcanzó el primer lugar en la lista Billboard y a comienzos de 2009 volvió a los escenarios con Circus, su sexta producción discográfica. La gira recaudó 130 millones de dólares, lo que le permitió ubicarse en el sexto lugar de las 100 celebridades más influyentes de la revista Forbes.

Este año consolidó su regreso con Femme Fatale, un álbum que ha recibido buenos comentarios de la crítica en medio del auge de nuevos artistas. "Cantantes como Lady Gaga o Rihanna siempre atraerán la atención del público, pero todavía existe un enorme cariño hacia Britney que sostendrá su carrera por muchos años más", concluye Sean Smith, autor de una biografía sobre Britney. Tal parece que la princesita nunca perderá su corona en el universo de la música pop.