RESUCITADO POR COMPUTADOR

Al actor Oliver Reed, que falleció el pasado 2 mayo, no lo dejan descansar. Su pecado fue
haber partido de este mundo sin terminar de filmar la película El gladiador, a la que tendrá que regresar para
grabar unas escenas que le quedaron faltando. El milagro será posible gracias a la ayuda de un doble que
prestará su cuerpo, de un computador y de un sofisticado software tridimensional. Así es como Reed
reaparecerá de manera póstuma durante los dos minutos que restan y que le costarán a los productores del
filme la nada despreciable suma de tres millones de dólares. Este trabajo, al frente del cual se ha puesto el
equipo de Steven Spielberg, es paradójicamente muy sencillo ya que utiliza la misma técnica de los spots
publicitarios en los que aparecen actores difuntos. Lo realmente complicado es doblar la voz de Reed, para lo
cual se acoplará la boca de otra persona en el rostro virtual del actor británico fallecido.