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ROBO AL ARTE

Estas son las 13 obras, avaluadas en 800 millones de pesos,que los ladrones se llevaron de la galería Garcés Velásquez.

19 de febrero de 1996

EL ROBO DE OBRAS de arte se ha vuelto habitual en Colombia. Piezas precolombinas, contemporáneas y coloniales son hurtadas cada día en museos, iglesias, galerías y residencias. ¿Su destino? Transitar por el laberinto del mercado negro, que cuenta con una inmensa y bien organizada red de traficantes nacionales e internacionales.
El miércoles pasado, a las 3 de la tarde, una banda de asaltantes llegó hasta la galería Garcés Velásquez de Bogotá, desarmó al vigilante y amarró a 14 personas-entre empleados y visitantes-que se encontraban en las instalaciones. Luego, con lista en mano, procedieron a sustraer 13 obras cuyo valor total asciende a 800 millones de pesos.

LAS OBRAS ROBADAS SON:

Seis desnudos de Luis Caballero que hacen parte de una serie de pinturas negras realizadas en 1986 por el artista. Se trata de óleos sobre papel entelado con una dimensión aproximada de 1,90x90.

Un óleo sobre tela, también de Luis Caballero, pintado en 1969.

Un óleo (70x90) de Alejandro Obregón, sin título, realizado en 1969.

Un bodegón de David Manzur titulado El laúd rojo.

Una escultura en hierro de Edgar Negret titulada Nuevo aparato mágico.

Tres pequeñas esculturas de bronce, de cuerpos humanos, del joven escultor Fernando Núñez.

Las obras hurtadas hacen parte de colecciones privadas de diferentes propietarios, las cuales se encontraban en consignación en la galería. En el último año numerosas piezas de arte precolombino y contemporáneo han sido robadas en diferentes partes del país. Pero también gracias a las labores de inteligencia de la Policía se ha logrado capturar a los delincuentes y recuperar gran parte de las obras. En marzo de 1995, tras una intensa labor de inteligencia, se encontraron en una casa en Bosa 12 óleos de próceres americanos, avaluados en 500 millones de pesos, que 20 días atrás habían sido robados de la sede de la Sociedad Bolivariana de Colombia. Igualmente, un centenar de piezas precolombinas y pinturas de arte colonial que habían sido sacadas en forma clandestina del país entre 1992 y 1993 y comercializadas en México y Estados Unidos fueron decomisadas por las autoridades aduaneras y repatriadas en ese mes a Colombia. En julio pasado también fueron recuperadas, tres días después del robo a una casa de decoración, 11 obras entre las que se encontraban un Cristo de bronce del escultor Rodrigo Arenas Betancur, un cuadro de Armando Villegas y una serigrafía de Luis Caballero.
El robo más famoso de obras de arte a colecciones privadas ha sido el realizado en octubre de 1990 a la finca del pintor Fernando Botero en las afueras de Bogotá. El seguimiento del DAS a una banda de sospechosos logró, dos meses después, capturar a los asaltantes y recuperar en una casa del barrio Las Cruces de Bogotá las 23 pinturas robadas. En el caso del asalto a la galería Garcés Velásquez, las autoridades han pedido a las personas que comercian con arte que denuncien a quienes intenten traficar con ellas y también han advertido a la ciudadanía que se abstenga de negociarlas, ya que por ser fruto de un robo carecen de valor comercial.