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Federer conquistó en equipo el último triunfo que le faltaba, y asumió un rol secundario para lograrlo. | Foto: A.F.P.

DEPORTISTA

Federer, el más grande

Con su triunfo en la Copa Davis, Roger Federer lo ha conquistado todo. La suya es una historia de gloria y su legado será de los más recordados en el deporte blanco.

29 de noviembre de 2014

En 2006 David Foster Wallace escribió para el diario The New York Times una columna llamada ‘Federer como una experiencia religiosa’. En ella describió lo que fue ver al suizo en la cancha de Wimbledon: “La belleza humana de la que hablamos aquí es de una naturaleza particular; se le puede llamar belleza cinética. Su poder y gusto son universales. No tiene nada que ver con sexo o normas culturales, sí con la reconciliación de los seres humanos, con tener un cuerpo”.

Federer encarna el tenis arte que soporta el paso del tiempo, los cambios en las raquetas o en el biotipo de los jugadores. La gracia y maestría de sus golpes, su velocidad y su ritmo de juego lo han destacado. Y si bien la edad ya pasa factura, a sus 33 años acaba de ganar la Copa Davis, el último de los trofeos que le hacía falta conseguir. Ya no es el número uno del ranking ATP, pero pocos debaten su posición como mejor tenista de la historia.

Las voces que lo ponen por encima del resto incluyen a históricos como Boris Becker y un australiano que a su vez dominó el circuito en los sesenta, el legendario Rod Laver.  Este sabe de lo que habla. Solo dos jugadores han ganado los cuatro torneos Grand Slam en un solo año, Don Budge lo hizo en 1938, pero Laver lo ganó en la era amateur –en 1962– y luego repitió faena en 1969, en la profesional.

En los años noventa André Agassi y Pete Sampras dominaron el tenis con épicas luchas en las canchas y en numerosos comerciales de Nike.  Sampras ganó la mayoría de los duelos, y con 14 títulos en Grand Slam se ratificó como uno de los tenistas más importantes de la historia. Pero Federer  sigue sumando tras alcanzar el récord absoluto de 17 triunfos en Grand Slam, y el tiempo más largo como número uno del mundo pues mantuvo su posición por 237 semanas seguidas (de un total de 302). Federer es un nombre tan casero para las generaciones actuales como lo fue Michael Jordan para las de los noventa. Lo reconocen más allá del deporte que representa. Trascendió el tenis para ser un embajador del deporte.

El tenista se ha reinventado varias veces para dar nuevos impulsos a su carrera, y el tamaño de sus oponentes lo engrandece. De hecho, sus competidores se ubican entre los más fuertes de todos los tiempos: Rafael Nadal (empatado con Sampras con 14 títulos de Grand Slam y el que más le ha ganado a Federer), Novak Djokovic, actual número uno y señor del circuito, y Andy Murray, quien le ganó al suizo el duelo por la medalla de oro en los olímpicos de Londres 2012.

En épocas de paparazzis y redes sociales, el ícono ha respondido con la gracia con la que juega. Federer es sobrio, simpático, con una opinión medida pero fundamentada sobre la mayoría de temas a los que responde. También lleva una vida de familia que lo mantendrá ocupado una vez termine su carrera. En 2009 tuvo gemelas, y justo este año fue padre de gemelos junto a su mujer, la extenista Mirka Vavrinec.

Marcelo Maller cubre tenis para el diario Clarín y ha entrevistado a Federer en varias ocasiones. Para Maller, el suizo no es solo el jugador de tenis más importante que ha visto en su carrera, sino uno de los tres mejores deportistas de la historia. “Es así desde todo punto de vista, resultados, belleza de su juego y desde la efectividad, pues sigue batiendo récords a los 33 años en todas las superficies. Ha ganado todos los torneos en varias ocasiones y nunca perdió el hambre de gloria”, dijo a SEMANA. El argentino añadió que si se considera que las lesiones se dan por mal entrenamiento, o por una técnica aplicada incorrectamente, la larga permanencia del suizo es otra muestra contundente de su histórico lugar en el tope del panteón.