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SALIDA EN FALSO

Ahora nadie se explica cómo el diario británico cayó en la farsa del supuesto video de Diana y su amante.

11 de noviembre de 1996

Por primera vez el diario sensacionalista británico The Sun se disculpó en primera plana. En la edición del jueves pasado el tabloide explicó que fue víctima de un engaño sobre un supuesto video que mostraba a la princesa Diana retozando con su amante James Hewitt. "Es una de las patrañas más elaboradas de la década", dijo el director, Stuart Higgins. Las fotos fueron publicadas con bombos y platillos y presentadas como la prueba de que Diana era espiada por agentes del M15 cuando estaba casada con Carlos. El video de 80 segundos muestra a la princesa despojándose de sus ropas frente a su amante. Luego de una guerra de almohadas la princesa cabalga sobre el ex oficial de caballería. La secuencia del video apareció el lunes y la filmación, que dio la vuelta al mundo, fue proyectada el martes por una cadena de televisión por cable. El supuesto video fue vendido al director en un encuentro clandestino con dos hombres como producto del espionaje del servicio secreto en Highgrove, la mansión de los príncipes de Gales. La película _le dijeron_ sería usada contra la princesa si no accedía al divorcio. "Hicimos nuestro mejor esfuerzo para corroborar el contenido de la grabación", explicó el diario en su nota de rectificación. Al descubrirse la farsa, sus no menos sensacionalistas rivales hicieron su agosto. El Daily Mirror dedicó siete páginas al bochornoso episodio. El director de cine aficionado Nick Hedges _autor del video_ dijo que lo había producido para una propuesta de televisión sobre un programa de humor con los dobles de personajes famosos. Lo curioso es que con toda la experiencia del Sun en las lides del sensacionalismo haya caído en la trampa. El diario es tildado de ingenuo por sus competidores, quienes aseguran que, a simple vista, podía detectarse que el video era falso. Para humillar más a The Sun su competencia se regodeó al señalar que el video fue grabado en el traspatio de una modesta vivienda en el sur de Londres. Que los dos actores ni siquiera son dobles idénticos a los supuestos protagonistas y que las borrosas imágenes en blanco y negro fueron un truco hecho a propósito para dar la impresión de que eran captadas furtivamente con teleobjetivo. Además, ni siquiera fue grabado en serio sino como un juego improvisado. Lo que dejó en claro el supuesto video es que a los tabloides ingleses no les extraña ver a la esposa del futuro rey de Inglaterra cabalgando sobre su amante y aunque la escena sorprendió a muchos, la falsedad de la película sorprendió aún más.