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Salir de la escafandra

28 de noviembre de 2009

Por 23 años, los doctores pensaron que Rom Houben estaba en un estado vegetativo y jamás despertaría. Pero en realidad el belga no había sufrido muerte cerebral, y durante dos décadas estuvo consciente aunque completamente paralizado, atrapado en su propio cuerpo. Su madre siempre insistió en que él percibía todo a su alrededor y tras años de consultar especialistas conoció al doctor Steven Laurey, quien le practicó un examen que no estaba disponible en 1983, cuando tuvo el accidente que lo paralizó. "Su cerebro estaba activo, siempre pudo escuchar, comprender y sentir todo a su alrededor, pero no podía moverse, estaba completamente aislado", afirmó Laurey. "Houben sufre del síndrome de cautiverio, que se presenta en el 40 por ciento de los casos de pacientes que se cree que están en estado vegetativo". El camino a la recuperación fue lento y Houben se sometió a una intensa terapia física gracias a la cual hoy día se comunica por medio de un teclado especial en el que escribe con su dedo índice asistido por una terapista del lenguaje. "Nunca olvidaré el día en que los médicos descubrieron que yo aún estaba allí, fue como nacer de nuevo", dijo Houben, quien planea escribir un libro acerca de su increíble experiencia. "Quiero leer, hablar con mis amigos y disfrutar la vida. Quiero decirle al mundo que no estoy muerto".