Samantha Cameron quiere ser tan popular como Michelle Obama

La señora Cameron lleva casi tres años acompañando a su esposo en uno de los cargos más importantes del Reino Unido y hacía honor al comentario que una vez realizó Denis Thatcher, esposo de la exministra Margaret Thatcher, “el consorte tiene que estar siempre presente, pero nunca ahí”. Sin embargo, ver la gran popularidad de Michelle Obama tal vez la animó a salir de la invisibilidad.

Samantha aparece en una fotografía con una peluca roja intensa (que la hace ver como uno de los personajes del exitoso programa infantil ‘Lazy Town’) y está sonriendo en la cocina de su apartamento mostrando unos pasteles que ella misma ha horneado. Si Michelle apareció en una campaña contra la obesidad, pues Samantha se unió a la organización Red Nose que colabora con niños necesitados y es una de las compañías benéficas más importantes de Inglaterra.

El objetivo de Red Nose es hacer reír a los demás a costa de uno mismo y eso fue lo que intentó hacer Samantha Cameron. Sin embargo, hay quienes dicen que más que hacer reír lo que causó fue risa, dos asuntos muy diferentes.

Por otro lado, su esposo David Cameron, también se había unido a una campaña de la misma organización benéfica el mes pasado y apareció en el video de la canción 'One Way or Another' de la banda juvenil One Direction, que se propuso hacer una pieza audiovisual de bajo presupuesto con el mismo dinero que utilizaría uno de gran factura, para así poder donar el excedente a la organización.

En el video se ve al Primer Ministro saliendo de su apartamento y luego es abrazado por todos los adolescentes del grupo musical. Muchos criticaron a David por haber prestado su imagen de hombre serio para un video juvenil, ya que es una de las máximas figuras de Inglaterra.

Sin embargo, los Cameron fueron movidos más por la solidaridad y no les importaron las críticas que recibieron y como valor añadido tuvieron su gran momento mediático, aunque aún les falta un buen trecho para llegar al nivel de popularidad y sensacionalismo de los Obama.