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ESCÁNDALO

Propaganda polémica

El sueño de cualquier empresa es aparecer en los comerciales del Superbowl, uno de los eventos televisivos más vistos del mundo.

1 de febrero de 2014

El sueño de cualquier empresa es aparecer en los comerciales del Superbowl, uno de los eventos televisivos más vistos del mundo. Por 4 millones de dólares, una compañía puede unirse a la exclusiva lista y así saltar a la fama como lo hizo Macintosh con su icónica propaganda 1984. Este año, sin embargo, una de esas empresas, SodaStream, y su embajadora, Scarlett Johansson, han sido el foco de atención por las razones equivocadas. Hace poco la prensa árabe reveló que la fábrica israelí, que vende dispensadores de gaseosa, se encuentra en un asentamiento palestino, lo que es ilegal según el derecho internacional. En medio de la polémica, Johansson habló con The Huffington Post: “Mi intención nunca fue ser el rostro de un movimiento social y político”. Eso no ha impedido que los activistas propalestinos se refieran a ella como “la nueva cara del ‘apartheid’”, mientras que la comunidad hebrea la ha nombrado “la judía más digna de Hollywood”. Lo único que no entra en discusión es la popularidad que la controversia le generó a SodaStream. Desde que en las redes sociales aparecieron las palabras ‘Scarlett Johansson’ y ‘censura’, más de un millón de personas ha visto el aviso en YouTube.