Home

Gente

Artículo

SIMBOLO DE UNA CAUSA

DESDE ASOCOFLORES, MARIA ISABEL PATIÑO HA DEFINIDO CON REALISMO Y DECISION A UNO DE LOS SECTORES MAS AMENAZADOS POR LA DESCERTIFICACION.

1 de abril de 1996

Ensillar antes de tener las bestias es tan grave como armar una fiesta con la esperanza de haberse ganado la lotería y quedarse con los crespos hechos. Así lo entendió la presidenta de Asocolflores, María Isabel Patiño, desde el momento en que los colombianos comenzaron a hablar de la posible descertificación por parte de Estados Unidos en materia de lucha contra el narcotráfico.Cuando los delegados del Consejo Gremial Nacional armaron viaje hacia Estados Unidos para iniciar su labor de lobby, María Isabel Patiño manejó una situación crítica para su sector con el recurso de la prudencia. Y hoy está en claro que eso era lo mas realista. Sus primeras declaraciones antes del viaje señalaron algo que ya quedó comprobado: que el Consejo Gremial sabía que algunos funcionarios del Departamento de Estado norteamericano habían adoptado una posición dura hacia Colombia, de manera que tocaba estar preparados para cualquier cosa. Tal vez por eso su posición consistió en que los empresarios no debían esperar que los norteamericanos fueran receptivos, y que lo máximo que podían esperar es que los dejaran exponer sus argumentos. No sólo por su actitud en relación con la descertificación ha logrado destacarse una mujer que lleva menos de un año al frente de uno de los gremios más importantes del país. También lo ha hecho por liderar junto con sus colegas la actitud activa y crítica del Consejo Gremial durante uno de los momentos más difíciles del país. Este año sus labores han ido desde reunirse con las principales personalidades de la vida pública para analizar la situación política hasta emitir comunicados con sugerencias sobre salidas a la crisis.Lo que hace más importante su gestión es que si para todos los gremios la situación ha sido difícil, peor ha sido para aquellos que representan a los sectores que podrían verse más afectados por la descertificación, como el de las flores. Al fin y al cabo, es posible que a raíz de la descertificación el arancel para las flores en Estados Unidos se eleve al 8 por ciento por la eliminación del Atpa (Tratado de preferencias arancelarias andinas), lo que dejaría a los floricultores prácticamente por fuera de su principal mercado. Y de ahí que sea todo un logro mantener la cordura, como lo ha hecho María Isabel Patiño.Lo peor es que la parte más dura está aún por venir. La cuesta arriba empezará con el lobby ante el Congreso norteamericano y la Casa Blanca para evitar la imposición de esas sanciones. Porque de aplicarse, Colombia podría perder un mercado que le compra el 75 por ciento del total de sus exportaciones de flores, cifra que llega a los 300 millones de dólares. En ese caso los floricultores sí tendrían que ensillar las bestias, pero para salir en busca de nuevos compradores.