Sola en casa

Aaron Spelling es recordado por famosas series de televisión como Dinastía, Clase de Beverly Hills y Melrose Place. Pero el productor, quien falleció recientemente, también se hizo reconocido porque su mansión, símbolo de su imperio, es una de las más lujosas y costosas del mundo. Ubicada en Bel-Air, los cerca de 100 millones de dólares en los que los expertos estiman su valor se entienden cuando se tiene en cuenta que esta residencia tiene 123 habitaciones que a diario son arregladas por 60 empleados. Entre ellas se encuentra un museo de muñecas, una heladería, una bolera y, lo más excéntrico, dos cuartos de uso exclusivo para envolver regalos. Ahora su viuda Candy tendrá sólo para su disposición el centenar de cuartos, además de las piscinas y las canchas de tenis de esta gigantesca propiedad.