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Donde todo empezó

En la década de los setenta Steve Jobs utilizó, con el permiso de sus padres, el garaje de su pequeña casa para instalar la primera sede de Apple.

2 de noviembre de 2013

En la década de los setenta Steve Jobs utilizó, con el permiso de sus padres, el garaje de su pequeña casa para instalar la primera sede de Apple. Allí creó junto a su amigo Steve Wozniak y otros colegas los primeros computadores de su marca, que vendían por 500 dólares. Ahora, en honor a su antiguo habitante, la ciudad de Los Altos, California, nombró la residencia patrimonio histórico. Eso significa que quedará blindada contra futuros desarrollos urbanísticos. Gracias a su nuevo estatus, la casa no podrá ser demolida ni modificada sin la autorización del municipio. La noticia llega justo después de la biografía de Chrisann Brennan, quien tuvo una relación sentimental con Jobs a mediados de los setenta, cuando él vivía allí. En el libro, la mujer relata cómo el fundador de Apple pasó de ser un adolescente ambicioso a un déspota en cuestión de años. Cuenta además que solía gritarle a los meseros y que en la casa se negaba a realizar tareas tan cotidianas como lavar los platos, porque creía que ese tipo de labores eran inferiores a su ingenio.