Los muchos talentos de Waltz

En su faceta más conocida, el actor austriaco-alemán Christoph Waltz ha dado vida a personajes inteligentes y malvados como el oficial de la SS en Inglorious Basterds de Quentin Tarantino y el villano Blofeld en James Bond. Y si bien se sabe que domina al menos cuatro idiomas, en estos días presenta una faceta que lo confirma como un hombre de ilimitado talento. Desde el miércoles, Waltz dirige la producción de Falstaff, de Verdi, en la Ópera Vlaanderen de Bélgica. “La experiencia de ir a las películas, completa y comprometida, tiene muchas cualidades de la ópera”, dijo en entrevista a The New York Times. Si se tiene en cuenta que su padrastro era compositor y director, y, en Viena, a los 10 años vio a la gran soprano Birgit Nilsson en Turandot, se explica su fuerte conexión con la música. Pero no se trata de algo propiamente nuevo. En 2013 ya había abordado Der Rosenkavalier de Strauss con la misma compañía, una que busca talentos por fuera de la ópera, y que para su montaje próximo de Pelléas et Mélisande ya reclutó a la artista Marina Abramovic.