Home

Gente

Artículo

Tejo a la europea

El deporte del país llegó a Europa. Se practica cerca de Madrid, con canchas de arcilla valenciana, ‘mechas’ madrileñas y tejos colombianos.

16 de septiembre de 2006

Declarado deporte nacional por el Congreso de la República en 2000, el tejo remontó el Atlántico por primera vez y recaló en España por obra de un madrileño. Se trata de Fernando Gómez, quien a sus 53 años decidió establecer las primeras canchas de tejo en suelo europeo. Fundó el ‘estadero y amanecedero’ El Tejo, cerca de Barajas, y acaba de realizar el Primer campeonato en Europa.

Gómez es un enamorado de Colombia. Tuvo tres novias aquí y terminó encariñándose con el tejo. “Me pareció divertido cómo se juegan la cerveza y he dicho, ‘coño, si yo me traigo el tejo a España, podrá gustar”, dijo a SEMANA.

Así que instaló su negocio en un lugar campestre, una copia de los estaderos de tierra caliente, con las mesas bajo los árboles. Allí trabajan 35 personas, la mayoría colombianos, que atienden a los 500 compatriotas que se reúnen los fines de semana a revivir un pedacito de Colombia en España, a oír y bailar canciones de la tierra, a comer platos típicos, beber cerveza Águila y aguardiente, y a jugar turmequé. Ha sido tal la fiebre que ya ha contagiado a españoles que empiezan a hacer sus lanzamientos sin asustarse con el totazo de la mecha.

Lo más difícil de este proyecto fue conseguir la arcilla. Gómez probó con diferentes tipos de la árida meseta central de España, pero ninguna le sirvió. “Tuve que ir a Valencia a comprar la arcilla que allí utilizan para hacer artesanías y ladrillos especiales. Ésta resultó la precisa para jugar tejo en España como Dios manda”, comentó Gómez.

Pero necesitaba un hombre con experiencia en el cuidado de las canchas y, tras meses de búsqueda, dio con un ‘canchero profesional’: Luis Alberto Lozano, palmireño de 65 años que llegó a Madrid hace dos. De lunes a viernes trabaja como albañil, los fines de semana ejerce como ‘canchero’ en El Tejo. “Hay que añadirle mucha agua para que no se reseque con estos soles de 40 grados de Madrid”, explicó a SEMANA. En vista de que en España no existen fábricas de ‘mechas’, Lozano las elabora según los cánones, con azufre, pólvora y fósforo.

Gómez viajó varias veces a Colombia para adquirir más de 30 tejos de distinto peso, así como los consejos de expertos, la normativa y las medidas reglamentarias. Gracias a ello, dos de las tres canchas de El Tejo son profesionales. Así lo explicaron a SEMANA el manizaleño John Fredy González y el pereirano Jorge Ramírez, quienes se convirtieron en los primeros campeones de tejo en Europa.

“Nosotros nos criamos jugando tejo y aquí en España no había dónde jugar. Por eso cuando nos enteramos nos vinimos corriendo, nos inscribimos y salimos ganadores”, indicó Ramírez. Los dos campeones les tienen nombres a sus tejos, terciados en sendas fundas de metal y cuero. El de González se llama ‘Dinamita’ y el de Ramírez, ‘Pájaro’ porque vuela.

En el Primer campeonato de tejo en España participaron nueve parejas, todos colombianos. Numerosos españoles, con novias o esposas colombianas, se han ido acercando al tejo. “Es un juego divertido, con mucha emoción, que se humedece con cerveza, pero lo que más me gusta es que todo el mundo siempre está alegre”, dijo el madrileño Paco Martínez.

En España viven cerca de medio millón de colombianos, la mayoría procedentes de la zona cafetera y del Valle. Y ante el éxito de Gómez con El Tejo, muchos inmigrantes ya están pensando abrir sus propios negocios. Con ellos y los colombianos residentes en otros lugares del viejo continente, el turmequé tiene un futuro muy promisorio en Europa.