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JD Salinger ha sido un escritor misterioso. Vive recluido en su casa en Cornish, New Hampshire. Su libro más famoso,‘ El guardián entre el centeno’, fue publicado en 1951, cuando él tenía 32 años

LITERATURA

Un escritor entre el misterio

JD Salinger, autor del libro de culto 'El guardián entre el centeno', cumplió 90 años, aislado en su infranqueable cabaña en Estados Unidos.

11 de enero de 2009

Cuando los policías le preguntaron a Mark Chapman por qué había matado a John Lennon, el asesino no dio muchas explicaciones. Simplemente tomó una copia que llevaba de El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye), la obra cumbre de Jerome David Salinger, y afirmó que en ese libro estaba la respuesta al crimen.

Aunque la manía de Chapman (y de otros desequilibrados mentales) por la pequeña novela parecía exagerada, es indudable que El guardián entre el centeno, publicado en 1951, se convirtió en un libro de culto para jóvenes tanto en Estados Unidos, donde es una lectura obligatoria, como en otros lugares del mundo.

Holden Caulfield cuenta en el libro su historia en primera persona. Se trata de un desadaptado pero perceptivo adolescente que, después de haber sido expulsado de un prestigioso colegio, se escapa a Nueva York y vive una serie de aventuras con todo tipo de personajes, desde taxistas hasta prostitutas y monjas.

La precisión con la que Salinger describe al personaje, con su jerga característica, sus intempestivos cambios de humor y su romanticismo juvenil despertaron desde el comienzo entusiasmo entre los lectores. A pesar de algunos intentos por censurar la obra, el éxito de la novela fue inmediato. Dos semanas después de su lanzamiento llegó al tope de las listas de best seller del diario The NewYork Times. La revista Time explicó el fenómeno en 1961, cuando describió a generaciones de estudiantes que veían la novela como"su himno, su épica, su fuente de humor y su manifiesto contra el mundo". Casi medio siglo después de esa oración, la pasión no ha cambiado mucho.

Pero lo más llamativo es que su autor, que no ha escrito nada desde 1965, todavía sigue hoy, a sus 90 años recién cumplidos, despertando el interés en torno a su vida. Prácticamente por la obra del joven Caulfield, Salinger se convirtió en uno de los escritores norteamericanos más reconocidos del siglo XX. Lo curioso es que, mientras las ventas de El guardián entre el centeno aumentaban, su autor se alejaba más y más de la vida pública.

Primero compró una cabaña cerca de Nueva York, pero cuando sus amigos y seguidores lo ubicaron decidió trasladarse más lejos, hasta que encontró una casa en Cornish, New Hampshire, donde reside desde 1953. Allá vive aislado de los fanáticos de su obra, de periodistas y de críticos. Su última publicación fue un cuento para The New Yorker titulado Hapworth 16, 1924. En los 70 dejó de dar entrevistas y algunos años después incluso hasta demandó judicialmente para evitar que un crítico británico publicara apartes de sus cartas. El famoso escritor sólo quería el silencio.

Pero no lo logró del todo. Primero, en 1998, fue un libro escrito por Joyce Maynard, una mujer que tuvo un romance con Salinger cuando ella era una adolescente y él tenía 53 años. Luego, en 2000, su hija Margaret traicionó la voluntad del escritor cuando publicó el relato Dream Catcher, en el que describe a su padre con precisión. Resalta que él la ama, pero que también es egoísta, que mantenía a su esposa como una prisionera y que, como sus padres casi nunca hacían el amor, ella sentía que su nacimiento había sido un accidente.

Además, Margaret Salinger narra cómo su padre, un agente de contrainteligencia durante la Segunda Guerra Mundial, combatió en batallas como la de Normandía. Cuenta que tras todos los sufrimientos, el escritor trató de buscar la paz interior con métodos como la cienciología y el budismo Zen. Dice que incluso es tan raro que bebió orina y que ayunó hasta tornarse verde.

Sin embargo, más allá de todos esos detalles excéntricos, lo más significativo y conocido desde que publicó su libro cumbre, es que le gustaba pasar tiempo con niños y jóvenes. Tal vez por eso, por su identificación con la juventud, tuvo tanto éxito con su personaje de Holden Caulfield en El guardián entre el centeno.