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Un mago para la rumba

Daniel Radcliffe parecía haberse librado de los problemas que atraviesan tantos niños actores que terminan involucrados en el alcohol o las drogas, como sucedió con Macaulay Culkin y Lindsay Lohan, para nombrar solo algunos.

9 de julio de 2011

Daniel Radcliffe parecía haberse librado de los problemas que atraviesan tantos niños actores que terminan involucrados en el alcohol o las drogas, como sucedió con Macaulay Culkin y Lindsay Lohan, para nombrar solo algunos. Pero la semana pasada, el protagonista de Harry Potter le reveló a la revista CG que se volvió alcohólico durante la filmación de la película The Half-Blood Prince, en 2009, y que dependía del whisky "para gozar las cosas... estaba enamorado con el estilo de vida de los famosos, pero realmente eso no es para mí", dijo en la entrevista. Radcliffe solo se dio cuenta de su problema en 2010 cuando terminó de grabar la última parte de la saga, Harry Potter and the Deathly Hallows. Desde entonces, cortó con el trago y hasta el día de hoy no ha probado una gota. Algunos creen que se trata de un truco publicitario, pues la controvertida revelación coincidió con el estreno de la película en Londres, el pasado 7 de julio. Según esta versión, el actor, de 21 años, estaría buscando cualquier tipo de reconocimiento ahora que la saga de Potter llega a su fin. Pero sus seguidores, aunque sorprendidos, han aplaudido el valor de Radcliffe para revelar este asunto tan penoso.