Home

Gente

Artículo

VENTAJA AFUERA

Cuando no están en las canchas, las cuatro finalistas del torneo de tenis Roland Garros, también tienen sus ventajas...

8 de julio de 1991

HASTA QUE STEffi Graf hiciera su maratónico Grand Slam en 1988, el tenis femenino en los grandes torneos se limitaba a una final casi siempre obligada: Martina Navratilova y Christ Evert ocasionalmente con contendoras distintas pero siempre alguna de las dos.
Hasta ese momento, el tenis de mujeres parecía estancado en un cuello de botella por el que no pasaban nuevas figuras que dieran a la competencia nuevas emociones. Por eso, el interés por los grandes torneos ( el Abierto de Australia, el Roland Garros en Francia, Wimbledon en Inglaterra, y el Abierto de los Estados Unidos), se centraban en los resultados de los partidos de los hombres, puesto que los de las mujeres se podían vaticinar sin mayores especulaciones.
Pero en los últimos cuatro años se ha dado todo un destape del tenis femenino.
Una multitud de jóvenes de todas partes del mundo, ha invadido las canchas con sus falditas de colores; con un juego que tiene a profesionales y aficionados descrestados; con una fuerza y una determinación que no tiene nada que envidiarle a los jugadores varones, y sobre todo con una amplia y natural ventaja sobre ellos: la belleza, que suma a la pasión por el deporte, la emoción del espectáculo.
En ese sentido, Gabriela Sabatini se lleva el primer lugar del ranking (aunque en la clasificación de la ATP esta de tercera).
Apodada por locutores y fanáticos