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| Foto: Alvaro Tavera

PERFIL

Whitney Cox, de Wall Street a Aguablanca

La vida de Whitney Cox es un raro ejemplo de cómo un capricho puede cambiar una vida.

26 de noviembre de 2016

La neoyorquina, economista graduada con honores en Columbia University, quien durante 15 años trabajó en el mercado de valores entre Nueva York y Europa, vino a Cali a pasar unas vacaciones y se enamoró de la ciudad y su gente. Por eso, cambió esa vida de lujo para apoyar a la población vulnerable del Pacífico. “Esa vida es para locos”, afirma, para decir que su perfil de ‘pseudoperfección’ no la hacía feliz. Por ello, hace poco más de un año se convenció de que el Valle del Cauca era su destino.

Hoy es la directora ejecutiva de la Fundación Alvaralice, creada por la familia caleña Garcés Echavarría con el objeto, no de ejecutar proyectos sociales, sino de conseguir los recursos para su realización. Cox recalca que pocas fundaciones tienen la capacidad real de gestión para multiplicar diez veces el presupuesto anual que manejan. “El ideal filantrópico de Alvaralice es ayudar a construir una Colombia más pacífica e incluyente”, dice la norteamericana, con un ligero acento caleño.