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El próximo 18 de junio Paul McCartney cumplirá 64 años agobiado por la tristeza

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‘When I'm 64’

En una de sus canciones, Paul McCartney pronosticaba que cumpliría 64 años en paz y rodeado de su familia. Pero su reciente separación de Heather Mills y otros escándalos indican lo contrario.

11 de junio de 2006

No es común celebrar el aniversario 64 del nacimiento de algún personaje. Por lo general, se escogen cifras redondas como los 80 años o medio siglo de vida. En el caso de Paul McCartney, su cumpleaños número 64, que se celebra el próximo 18 de junio, tiene un sabor muy especial. Cuando él era un adolescente comenzó a escribir una canción titulada When I'm sixty four (Cuando cumpla 64), en la cual, además de preguntarse si su ser amado estaría a su lado, describía una vejez muy sencilla y cálida, a la que podría aspirar cualquier adolescente de la clase trabajadora inglesa de la posguerra.

Cuando todavía no eran famosos, los Beatles interpretaban una versión de esta canción. Solía ser cuando se dañaban los amplificadores y recurrían a temas acústicos mientras se solucionaba la falla. A finales de 1966, McCartney propuso incluirla en las sesiones de grabación del que sería el álbum más famoso de los Beatles: Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, publicado el primero de junio de 1967. Se presume que Paul decidió rescatarla del olvido porque en julio de aquel año su padre, James, había cumplido 64 años. Se trataba de un tributo doble porque James, el papá de McCartney, había sido músico autodidacta y líder de una banda de jazz. El estilo de When I'm sixty four recrea los temas de los vaudeville y ferias de variedades, muy comunes en Inglaterra antes de la Segunda Guerra Mundial. Este tipo de música, que Paul oyó en casa una y otra vez durante su infancia, le inspiró este tema y otras canciones como Your mother should know, Honey pie, Maxwell's silver hammer y Lady Madonna. Según Mark Lewisohn, en su libro The Beatles Recording Sessions, la canción se grabó el 6 y el 8 de diciembre en el Estudio 2 de EMI en Abbey Road, Londres. El 6 de diciembre se grabaron dos tomas y de estas se escogió la segunda. En la tarde del 8 de diciembre, Paul McCartney grabó nuevamente la voz sobre la pista escogida. En este tema Paul cantó, tocó bajo y piano, y lo acompañaron John Lennon en la guitarra y coros, George Harrison en los coros y Ringo Starr en la batería. También participaron los clarinetistas Robert Burns, Henry McKenzie y Frank Reidy.

A pesar de su fama y su riqueza crecientes, Paul McCartney siempre se mantuvo fiel a la filosofía de esta canción. Su máxima aspiración en la vida, además de cantar y hacer giras por el mundo, era vivir en familia. Siempre le ha encantado pasar largas temporadas en granjas y casas de campo.

Para Paul McCartney, los Beatles eran una familia. Su familia antes de que se casara y tuviera hijos. Cuando el grupo se separó, lo primero que hizo fue enseñarle un par de acordes en el piano a su esposa Linda para que ella formara parte de su banda. Ram (Carnero), el segundo álbum que grabó McCartney después de separarse de los Beatles, aparece firmado por Paul & Linda McCartney. Cuando conformó su banda The Wings, Paul manejó al grupo como si se tratara de una familia y lo mismo suele hacer cuando reúne los músicos que lo acompañan en sus giras. Para Paul McCartney, su vida y su trabajo eran como un eterno Magical mistery tour.

Durante décadas parecía obvio que la letra de When I'm sixty four, salvo pequeños detalles como el lugar donde Paul pasaría las vacaciones y el nombre de sus nietos, parecía cumplirse a la perfección. A pesar de ser el Beatle más rico y tener un talento especial para los negocios, McCartney siempre prefirió la austeridad a la ostentación. Le encantaba llevar una vida normal. Acompañaba a su esposa Linda a las clases de cocina y llevaba una guitarra y se quedaba en un vestíbulo esperando que terminara. Los McCartney casi nunca pasaron una noche separados el uno del otro.

Entonces, a finales de 1995, a Linda McCartney le descubrieron un tumor canceroso y, luego de luchar tres años contra la enfermedad, murió en mayo de 1998.

A partir de este momento, When I 'm sixty four se volvió más una maldición que una premonición. Paul McCartney intentó rehacer su vida con la modelo Heather Mills, 26 años más joven que él, con quien se casó en junio de 2002 en una fastuosa ceremonia que se llevó a cabo en un castillo de Irlanda. Fue una celebración muy distinta a su boda con Linda Eastman en 1969, un sencillo acto notarial que se realizó en el registro civil de Marylebone, un barrio de Londres.

En muy poco tiempo Mills sacó a McCartney del bajo perfil que lo había caracterizado durante décadas y ambos comenzaron a volverse habituales protagonistas de las revistas del corazón. Claro está que no todo era frivolidad. Como Heather había perdido una pierna en un accidente de tránsito, los esposos McCartney lideraron campañas mundiales contra las minas antipersona y, a finales del año pasado, invitaron a Juanes para que participara en uno de esos conciertos benéficos.

Todo parecía indicar que, gracias a Heather, Paul McCartney había vuelto a brillar. No sólo le dio una hija, Beatrice, sino que en 2003 McCartney realizó una gira mundial que está reflejada en el excelente DVD Back in the USA, y el año pasado lanzó el álbum Chaos & creation in the backyard, considerado por la crítica como uno de los mejores trabajos de su larga carrera como solista.

El derrumbe final pareció llegar cuando la pareja anunció el pasado 17 de mayo que habían decidido separarse en forma amistosa. Según explicaron en un comunicado, estaban aburridos de la prensa. "Cada vez es más difícil mantener una relación normal con la constante intromisión en nuestras vidas". Pero las cosas aún no habían tocado fondo. En días recientes, Heather manifestó al periódico Times, de Londres, que se arrepentía de haber conocido a McCartney. "Era muy feliz en mi vida anterior. Desde que Paul llegó a mi vida me siento como una prisionera". En cambio, Paul siguió defendiéndola diciendo que era una gran persona.

Pero la publicación de una sesión de fotos pornográficas en la que participó Heather en 1988 ha puesto a tambalear la fe de Paul en la madre de su pequeña hija. Según el abogado de Heather, las fotos "tenían el propósito de servir como una guía de amantes para las relaciones afectivas y para instruir sexualmente, de la misma forma que lo hacen otros libros". Paul, devastado por la noticia, fue enfático al afirmar que le era imposible creer que la madre de su pequeña hija tuviera un pasado tan tormentoso. Muchos comentaristas esperan que este episodio le abra los ojos a Paul y deje de defender tan ciegamente a Heather. "Nunca antes había habido ninguna evidencia de cómo ella había saltado a la fama. Pero ahora Paul puede ver con sus propios ojos los secretos del pasado de Heather", manifestó un allegado del músico.

A menos de dos semanas de cumplir 64 años, Paul pasa el peor momento de su vida. No sólo celebrará la tan esperada fecha sin su amantísima esposa, sino que lo hará atormentado por la tristeza de la separación y la humillación y vergüenza de los escándalos.

Pero al menos le queda un gran consuelo. Millones de fans del ex Beatle, los mismos que llenan los estadios durante sus giras, los mismos que admiraron en Live8 que a estas alturas de su vida siga cantando como si tuviera 25 años, darían su vida para cumplir este 18 de junio cualquiera de los sueños que imaginó al escribir la canción. Como "tejer un saco junto al fuego", "pasear los domingos en la mañana" o "arrendar una cabañita en la isla de Wight si no es muy costoso".