Educación

Ergonomía, la clave para el futuro del trabajo en Colombia, ¿por qué?

Desde la Universidad El Bosque se explica la importancia de esta disciplina, para garantizar espacios tanto laborales como personales adecuados y cómo ha evolucionado adaptándose a los cambios en las modalidades de trabajo que dejó la pandemia.

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25 de noviembre de 2025, 9:57 p. m.
La ergonomía es mucho más que ajustar una silla o una mesa: es entender cómo se vive, trabaja e interactúa, además de diseñar un futuro donde el bienestar sea el eje de todo.
La ergonomía es mucho más que ajustar una silla o una mesa: es entender cómo se vive, trabaja e interactúa, además de diseñar un futuro donde el bienestar sea el eje de todo. | Foto: Getty Images

El mundo laboral vive una transformación sin precedentes. La irrupción de la tecnología, los entornos híbridos y la redefinición de las rutinas laborales han puesto sobre la mesa una pregunta esencial: ¿cómo garantizar el bienestar y la salud en escenarios cada vez más diversos y digitales? En esa búsqueda, la ergonomía se ha convertido en algo clave para adaptar los espacios y las dinámicas laborales a las personas. Y la Universidad El Bosque ha liderado esta evolución.

Desde la Facultad de Medicina, la doctora Diana Carolina Garzón, docente de la maestría y de la especialización da un contexto explicando que, en Colombia, la ergonomía dejó de ser una práctica correctiva centrada en mobiliario para convertirse en un campo interdisciplinario que integra medicina, psicología, diseño, ingeniería y tecnología, orientado a la prevención de enfermedades y el bienestar de las personas. La Universidad El Bosque lidera esta evolución con programas académicos que responden a estas exigencias del trabajo contemporáneo.

“Las dinámicas de trabajo han cambiado notablemente a raíz del covid-19. Hoy hablamos de modalidades híbridas, entornos digitales y nuevos escenarios de interacción que exigen profesionales capaces de adaptarse”, explicó Beatriz Tsukamoto, coordinadora de la Maestría en Ergonomía y Diseño Universal, y del Laboratorio de Ergonomía Cognitiva de la Universidad El Bosque.

Tsukamoto, además, subrayó que la obligación de los formadores “es que los programas se ajusten y evolucionen con esas necesidades, no solo por lo que dicta la normativa, sino por los retos sociales y tecnológicos del momento”, precisó.

Visión humana

La Universidad El Bosque cuenta con tres rutas académicas entre las cuales están: la Especialización en Ergonomía, con más de dos décadas de trayectoria, la Maestría en Seguridad y Salud en el Trabajo con énfasis en Ergonomía, y la Maestría en Ergonomía y Diseño Universal, las cuales buscan ampliar el enfoque de interés de los profesionales hacia campos diversos de intervención. Las tres comparten el propósito de formar profesionales capaces de entender al ser humano de manera integral, desde sus dimensiones físicas, cognitivas y organizacionales hasta su relación con el entorno en diferentes escenarios.

“En este mundo convive una gran diversidad humana, con distintas capacidades y necesidades”, aseguró Tsukamoto. “Por eso el diseño universal se convierte en una estrategia fundamental: buscamos que los entornos laborales se adapten a las personas, y no que las personas deban adaptarse al entorno. Esa conciencia es la base de una ergonomía que responde a los desafíos de inclusión y equidad que enfrenta el país”, agregó.

Esa mirada ha transformado el sentido de la ergonomía, que dejó de centrarse en la postura o el mobiliario para convertirse en una disciplina interdisciplinaria que une medicina, psicología, diseño, ingeniería, arquitectura, fisioterapia y otras disciplinas. “Cada área aporta una visión diferente para construir espacios que no solo optimicen el desempeño, sino que protejan la salud y la calidad de vida”, indicó Tsukamoto, destacando que “lo importante es que la ergonomía sea un medio de prevención, no de corrección: anticiparse a los riesgos antes de que aparezcan”.

Expertos en ergonomía y salud ocupacional coinciden en que la postura correcta para sentarse frente al computador implica varios aspectos clave.
Expertos en ergonomía y salud ocupacional coinciden en que la postura correcta para sentarse frente al computador implica varios aspectos clave. | Foto: Universal Images Group via Getty

La doctora Diana Carolina Garzón, coincidió en que el enfoque médico es esencial para comprender al ser humano en sus dimensiones diseñando entornos que se adapten a las personas y no al contrario, “La ergonomía es una herramienta preventiva fundamental. Nos permite diseñar programas de vigilancia epidemiológica más asertivos y estrategias que aseguren la longevidad laboral saludable”, manifestó.

La doctora Garzón explicó que la ergonomía se aborda en tres niveles clave: físico, cognitivo y organizacional. El físico relacionado con posturas, movimientos repetitivos, herramientas y mobiliario; el cognitivo, enfocado en la carga mental, la toma de decisiones y el equilibrio emocional, y el organizacional, vinculado con la estructura de tareas, tiempos y dinámicas de interacción laboral. Además, destaca que “la ergonomía no solo corrige problemas, sino que anticipa riesgos mediante análisis preventivos, adaptando los espacios a las características físicas y cognitivas de cada trabajador” señaló.

Los programas de la Universidad El Bosque impulsan proyectos que promueven la inclusión, el diseño accesible y la adaptación a las nuevas profesiones derivadas de la digitalización. “Ocupaciones recientes, como la moderación de contenidos digitales, exponen a las personas a altas cargas cognitivas y emocionales. Desde la ergonomía buscamos entender esos escenarios para reducir su impacto en la salud y el bienestar”, resaltó Tsukamoto.

Inclusión laboral

El enfoque preventivo de la ergonomía también abarca la inclusión laboral. Según Garzón, las leyes laborales actuales colombianas exigen que empresas con más de 100 empleados en Colombia deben garantizar la vinculación de personas con discapacidad, cumpliendo con cuotas mínimas y ajustes razonables en infraestructura, procesos y tecnología. “Desde la ergonomía evaluamos las capacidades y habilidades para adaptar el entorno a cada necesidad. Si una persona usa silla de ruedas, se garantiza la movilidad; si tiene discapacidad auditiva, se integran herramientas tecnológicas que le permitan comunicarse eficazmente”, explicó.

Esa integración entre medicina, diseño y tecnología es uno de los sellos de la Universidad El Bosque. “Nuestra maestría y especialización pertenecen a la Facultad de Medicina, lo cual fortalece la conexión entre investigación clínica y estrategias innovadoras aplicadas a entornos reales, desde puestos presenciales hasta escenarios digitales”, afirmó Garzón.

Además, la articulación entre los programas refuerza la coherencia del modelo. Ya que la Maestría en Ergonomía y Diseño Universal de la Facultad de Creación y Comunicación, busca “esa sinergia y equilibra el conocimiento médico con las herramientas del diseño para la innovación”, detalló Tsukamoto.

Tecnología al servicio del país

Actualmente, la ergonomía se ha vinculado cada vez más con la salud pública y sus objetivos de desarrollo sostenible. La Doctora Garzón aseguró que las políticas al 2030 deben garantizar movilidad, cuidado e inclusión para todas las personas. “La Universidad impulsa proyectos con inteligencia artificial y realidad virtual para simular entornos laborales seguros y accesibles. Estas herramientas permiten evaluar riesgos antes de que ocurran y diseñar soluciones personalizadas. Lo hacemos en alianza con los diferentes sectores, generando una triangulación entre los diferentes actores para lograr resultados de gran impacto en los diferentes escenarios para lograr la integración de todos”, puntualizó.

Ese trabajo constante entre ciencia y práctica ha posicionado a la Universidad El Bosque como referente nacional e internacional.

“Nuestras carreras de formación buscan un cambio cultural evolucionando de la corrección a la prevención, del mobiliario al bienestar integral y de la productividad aislada a la sostenibilidad humana. Nuestra especialización fue una de las primeras en Latinoamérica y sigue siendo una de las más completas. No solo aborda la inclusión, sino todas las etapas de la salud laboral: prevención, promoción y readaptación. Además, la formación está abierta a profesionales de distintas áreas del saber incluyendo Ciencias Médicas y de la Salud, Ingeniería, Tecnología, Diseño y Arquitectura. La Universidad El Bosque forma líderes capaces de crear espacios laborales humanos, inclusivos y resilientes, donde la salud y el bienestar sean el eje de la innovación” insistió Garzón.

Finalmente, más allá de la formación académica, la universidad impulsa un cambio cultural en el mundo laboral. “Queremos que nuestros egresados sean líderes capaces de crear espacios de trabajo más humanos, inclusivos y sostenibles. La ergonomía es mucho más que ajustar una silla o una mesa: es entender cómo vivimos, trabajamos e interactuamos, y diseñar un futuro donde el bienestar sea el eje de todo”, concluyó Tsukamoto.

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