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LEGAL

Que su destino no sea un engaño publicitado

Antes de adquirir cualquier oferta de paquetes turísticos, lea bien los contratos, verifique la legalidad de la agencia de viajes y pregunte ante la más mínima duda.

15 de marzo de 2018

En temporada alta, y teniendo en cuenta la variada oferta de destinos turísticos, gran cantidad de clientes potenciales se dirigen a las agencias de viajes a través de sus páginas web u oficinas en físico, para buscar paquetes baratos que a la larga salen caros. Son muchas las agencias que ofrecen literalmente de todo y, por falta claridad en los anuncios que contienen las promociones, terminan engañando con una publicidad que confunde e induce al error a los consumidores.

No es extraño que algunos anuncios publicitarios sugieran la inclusión de servicios dentro de los paquetes turísticos, que al final no están comprendidos dentro del plan vacacional y, como consecuencia, el consumidor pague más dinero para acceder al servicio publicitado porque, además, las famosas restricciones están impresas en letra casi microscópica.

Ante esta conducta, la Dirección de Investigaciones de Protección al Consumidor de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), mediante Resolución No 19451 de 2014, sancionó a un prestador de servicios turísticos por utilizar publicidad engañosa respecto de las condiciones ofrecidas con destino a Orlando, Bahamas, Cancún y Miami, debido a que el consumidor, previo a celebrar el contrato, tiene el derecho a estar debidamente informado con la suficiente claridad acerca de los servicios contratados y el costo total que pagará.

Otras modalidades de publicidad engañosa sancionadas por la SIC están relacionadas con promesas publicitarias no cumplidas que alegremente garantizan el “mejor precio”, para luego constatar que su agente de turismo en realidad no le brindó “el mejor” sino, por el contrario, servicios más costosos.

En Colombia, esta conducta está regulada y sancionada por el Estatuto del Consumidor. Es decir que se castiga esa propaganda comercial que no corresponde con la realidad y que tiene el potencial de inducir al error, confusión o engaño, por lo que usted podrá quejarse ante la SIC o incluso demandar para que le cumplan con lo prometido.

“Así que antes de embarcarse en el fiasco de su vida, lea bien los contratos, verifique la legalidad de la agencia de viajes y pregunte ante la más mínima duda. Pero sobre todo recuerde que ‘de eso tan bueno no dan tanto’, no vaya a ser que, literalmente ‘le hagan el viaje’. Y si ya se embarcó, no se quede de brazos cruzados: existen mecanismos legales con los que podrá reclamar que le cumplan, le reparen los daños causados y que su destino no sea un engaño publicitado”, señala la doctora Mónica Rocío Mejía Parra, abogada de la firma World Legal Corporation, un bufete mundial que reúne a prestigiosas oficinas de abogados locales e internacionales.