Con el Plan Jaguar 2030 se propende por la conservación de este felino y los ecosistemas en los que habita. Foto: | Foto: Phantera

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Urgen a los gobiernos de Latinoamérica a asegurar la supervivencia del jaguar

En Colombia el área de distribución de los jaguares se ha reducido en un 39 por ciento, aproximadamente, respecto al área original. Desde WWF, promotor de la iniciativa, aseguraron que reducir la deforestación es clave para conservar al jaguar en el país.

3 de febrero de 2021

El Plan Jaguar 2030, una hoja de ruta lanzada en 2018 en pro de la conservación del felino más grande de Latinoamérica y sus ecosistemas, reporta avances mínimos en el fortalecimiento de las medidas de protección de este animal y su hábitat, así como en los beneficios a las comunidades asentadas cerca de los paisajes donde vive esta especie.

Han transcurrido tres años y los 14 países que suscribieron el plan regional, no han realizado las suficientes acciones para permitir que el jaguar (Panthera onca) salga de la crítica situación que enfrenta por cuenta de factores como la reducción de su hábitat, la caza ilegal destinada por sus colmillos y pieles y el conflicto con las personas establecidas en lugares cercanos a sus territorios.

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Este desalentador panorama, instó al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus sigñas en inglés) a la campaña el #ReyJaguar para urgir a 14 gobiernos de América Latina a que cumplan sus compromisos. Pide a los dirigentes de Argentina, Brasil, Belice, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Surinam que avancen en la implementación del plan  y pongan en marcha los esfuerzos de conservación, a través de cuatro vías de acción: cooperación regional; desarrollo e implementación de estrategias nacionales; prácticas productivas amigables con el jaguar, y financiamiento sostenible en 30 paisajes prioritarios.

Asimismo, exhorta a Guyana, Guayana Francesa, Nicaragua y Venezuela a sumarse a la iniciativa.


El jaguar es el felino más grande de Latinoamérica. Foto: Y. J. Rey Millet / WWF.

El llamado se hará mediante el trabajo directo con los líderes de las naciones involucradas, pero también se abrirá un espacio para la participación ciudadana mundial que podrá firmar una petición en el sitio elreyjaguar.org. La meta es llegar a 50.000 participantes que respalden la petición.

La campaña también incluye videos, infografías, mensajes de redes sociales y la participación de influencers latinoamericanos como Claudia Bahamon, Ántrax, Andrew Ponch,Gabriela de Faría y Xime Ponch, quienes hablarán de las principales amenazas que enfrenta el jaguar, las acciones urgentes para su preservarción y reforzarán el llamado a la ciudadanía a unirse a la petición

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“Tenemos una oportunidad única de echar a andar un plan audaz y ambicioso que ayude a detener la pérdida de biodiversidad en Latinoamérica, pues el jaguar habita en exuberantes bosques tropicales, sabanas, praderas, cadenas montañosas, desiertos y humedales; su presencia es indicadora de la salud de los ecosistemas”, dijo Roberto Troya, director Regional de América Latina y el Caribe de WWF.


Se estima que más del 80 por ciento de la población total de jaguares (57.000 de un total de 64.000) vive en Brasil. Foto: Staffan Widstrand / WWF Regional

Troya agregó que "dado que su hábitat es rico en biodiversidad y aporta servicios ambientales como agua, aire, medicinas y la polinización de cultivos, entre otros, conservarlo apoya el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sustentable”. 

Se estima que más del 80 por ciento de la población total de jaguares (57.000 de un total de 64.000) vive en Brasil. Las subpoblaciones que se encuentran fuera de la Amazonia están amenazadas debido a la poca extensión de su hábitat, el aislamiento, una protección deficiente y una alta densidad de población humana. En El Salvador y Uruguay está extinto, mientras que en Estados Unidos prácticamente está desaparecido.

¿Y en Colombia?

Según WWF, en el país reducir la deforestación es clave para conservar al jaguar. 

El área de distribución de los jaguares en Colombia se ha reducido en un 39 por ciento aproximadamente, respecto al área original. El hábitat del gran felino está cada vez más amenazado debido a la rápida transformación de los bosques en diferentes regiones del país: la selva se está convirtiendo en fincas y pastos. Esa selva ha sido el resguardo, la casa del jaguar y de toda la vida silvestre asociada él. En la medida en que aumenta la deforestación y se pierden los bosques sanos, este felino se ve obligado a buscar nuevos refugios y alimentación, lo que genera conflictos con humanos y, por ende, aumenta la muerte de jaguares en varias regiones del país.

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En este sentido, el compromiso del Gobierno nacional de reducir la deforestación para 2030 es fundamental para conservar al jaguar. El Gobierno contempla pasar a una tasa de 50.000 hectáreas deforestadas por año en 2030, mientras que, en 2019, la deforestación en el país sumó 158.894 hectáreas. Adicionalmente, entre 2000 y 2019, Colombia perdió bosque equivalente a 25 veces la superficie de Bogotá, pues hubo 4.459.977 hectáreas deforestadas en este período. En la medida en que el país cumpla con estos compromisos, podremos proteger la casa del jaguar.

Hoy el jaguar está principalmente en la Amazonia, Orinoquia y el Chocó biogeográfico. En la Serranía de San Lucas hay una población importante, que es punto de conexión de varias poblaciones en el país.

Las propuestas de protección en la región

El Plan Jaguar 2030 incluye propuestas de protección que mitigan el conflicto entre el humano y la especie, conectan y protegen los hábitats del felino, estimulan oportunidades de desarrollo sustentable, y apoyan el bienestar de las comunidades y pueblos indígenas que coexisten con él.

Se enfoca en fortalecer el Corredor Jaguar, asegurando la conectividad de 30 paisajes prioritarios, a fin de garantizar la movilidad de la especie y su sobrevivencia a largo plazo, pues ésta requiere de grandes extensiones de territorio para encontrar pareja y sobrevivir.

Esta iniciativa es promovida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y las organizaciones de la sociedad civil Panthera, Wildlife Conservation Society (WCS) y WWF, con trabajo a escalas nacionales, transfronterizas y regionales.


La conservación del Corredor Jaguar contribuirá significativamente a la mitigación del cambio climático, pues abarca bosques que cubren más de 4.800 millones de kilómetros cuadrados. Foto: Panthera

“La pandemia de la covid-19 ha impactado a la población de América Latina al afectar negativamente el crecimiento económico, incrementando la pobreza y la desigualdad. Hoy más que nunca, necesitamos políticas públicas sostenibles. Los líderes de Latinoamérica tienen la oportunidad de vincular sus esfuerzos de recuperación verde, azul, limpia y resiliente con la protección del jaguar, no solo como un felino emblemático del continente, sino también como una especie paraguas, cuya conservación puede beneficiar a muchas otras, salvaguardar grandes extensiones del hábitat, contribuir a alcanzar los objetivos climáticos y promover el bienestar de las comunidades humanas", señaló Carlos Manuel Rodríguez, presidente del Fondo Mundial para el Medio Ambiente.

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La conservación del hábitat del jaguar es también fundamental para la subsistencia y continuidad cultural de los pueblos originarios de Latinoamérica, que enfrentan junto al felino amenazas como deforestación, destrucción de bosques por la ampliación de la frontera agropecuaria, proyectos mineros y de energía no sostenibles, incendios forestales y urbanización.

En particular, la conservación del Corredor Jaguar contribuirá significativamente a la mitigación del cambio climático, pues abarca bosques que cubren más de 4.800 millones de kilómetros cuadrados y capturan importantes cantidades de carbono, estimadas en 125.90 gigatoneladas.


El jaguar también tiene una connotación cultural muy arraigada con los pueblos indígenas de América que se debe conservar. Foto: Simón González Vélez/Canoa Films.

“El jaguar es el espíritu del hombre, es el wandra en idioma embera, y en idioma guna es el burba, un ser fuerte que protege los bosques, el que nos guía y abre nuestros caminos. Necesitamos conectar a las nuevas generaciones con estas historias y leyendas, y vincular este conocimiento con la conservación del jaguar, cuyas poblaciones están disminuyendo”, resaltó Iguaigdigili López, presidenta de la Organización de Mujeres Indígenas Unidas por la Biodiversidad de Panamá.

Indicó, además, que desde el 2020 están recopilando y sistematizando el conocimiento tradicional sobre los jaguares a través de talleres y entrevistas con los sabios de las comunidades. "Asimismo, brindamos información para la conservación de estos felinos y otros animales silvestres en el golfo de Guna Yala, en Panamá, pues es nuestra misión reducir las prácticas negativas que afectan el buen convivir entre los felinos y el hombre, así como buscar alternativas que generen una nueva relación y un mayor conocimiento sobre la importancia del jaguar en nuestro entorno natural”, manifestó.