A 50 años de la Revolución cubana

Alianza BBC
2 de enero de 2009

El 50º aniversario de la Revolución Cubana se conmemoró este jueves con un modesto acto público en el parque Carlos Manuel de Céspedes de Santiago de Cuba, donde asistieron sólo 3.000 personas en representación de los diferentes sectores sociales.

En una tribuna improvisada frente al antiguo ayuntamiento de la ciudad, niños, jóvenes y combatientes de la clandestinidad leyeron pequeños discursos revolucionarios condimentados con canciones y grupos de danza.

El cierre del acto estuvo a cargo del presidente, Raúl Castro, que en un discurso de 35 minutos -muy breve para lo que se acostumbra en Cuba- hizo un repaso histórico de este medio siglo y planteó advertencias para las nuevas generaciones de dirigentes.

Dijo que "hoy la Revolución es más fuerte que nunca y jamás ha cedido un milímetro en sus principios", pero aclaró que no han disminuido los peligros y recordó las palabras de Fidel Castro sobre la posibilidad de una autodestrucción.

"Enemigo traicionero"

Orientando a los "dirigentes del mañana", expresó que la clave principal del triunfo está en no olvidar que "ésta es una revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes", por lo que no deben "apartarse de los obreros, campesinos y el resto del pueblo".

Recomendó a esa futura dirigencia "que la militancia impida que destruyan al Partido (Comunista)", advirtiendo que de lo contrario "pudieran terminar siendo impotentes ante los peligros externos e internos e incapaces de preservar la obra".

Por último, el presidente les recomendó "que no se reblandezcan con los cantos de sirena del enemigo y tengan conciencia de que por su esencia nunca dejará de ser agresivo, dominante y traicionero".

"Todas las administraciones norteamericanas no han dejado de intentar forzar un cambio de régimen en Cuba, empleando una u otra vía", dijo Castro y agregó: "Resistir ha sido la palabra de orden y la clave de cada una de nuestras victorias".

El gran ausente

Terminó su discurso recordando a su hermano: "Sé que expreso el sentir de mis compatriotas y de muchos revolucionarios en el mundo al rendir homenaje en esta hora al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz".
 
"Un individuo no hace la historia, lo sabemos, pero hay hombres imprescindibles capaces de influir en su curso de manera decisiva, Fidel es uno de ellos. Nadie lo duda, ni aún sus enemigos más acérrimos", remarcó el presidente.

Y fue justamente Fidel Castro el gran ausente de la celebración. Muchos cubanos creían que reaparecería públicamente en este acto, esperaban verlo en el mismo balcón donde hace 50 años anunció el triunfo de la revolución.

La conmemoración de este medio siglo de revolución tuvo un carácter mucho más austero de lo que se podía esperar, ni actos masivos ni largos discursos, la consigna en la propaganda oficial fue clara: "Celebremos en familia".