Piden pronta entrega de colombianos muertos en Venezuela

Cinco hombres junto a un ciudadano venezolano partieron el 31 de julio en dos camionetas desde la ciudad de Cúcuta, rumbo a la localidad limítrofe de San Antonio, lugar donde har{ian negocios.

9 de marzo de 2010

Parientes de al menos cinco colombianos muertos en extrañas circunstancias en Venezuela pidieron el martes celeridad en la identificación y entrega de los cadáveres, que yacen en un cementerio en la vecina nación desde al menos octubre del año pasado.
Las autoridades, tanto de Colombia como de Venezuela, "nos dan pañitos de agua tibia...no tenemos recursos para viajar a Venezuela", dijo en diálogo telefónico Betty Agudelo, esposa de Edison Antonio Páez, de 27 años, y uno de los cinco colombianos dados por desaparecidos en agosto y cuyos cuerpos fueron encontrados en ese mes en una zona del estado Barinas, de Venezuela.

Los cinco hombres junto a un ciudadano venezolano había partido el 31 de julio en dos camionetas desde la ciudad de Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, rumbo a la localidad limítrofe de San Antonio, donde tenía negocios como la compra venta de carne de res, agregó Agudelo.

Los cuerpos de los seis hombres fueron encontrados por las autoridades del vecino país a las orillas de un río en la localidad de Socopó, en Barinas, muertos aparentemente por asfixia mecánica, de acuerdo con lo que ha explicado Agudelo y Jairo Moisés Martínez, cónsul colombiano en Barinas.

La mujer dijo que tras muchas gestiones ya fueron identificados tres de los cuerpos, pero los otros tres, entre ellos el de su esposo, siguen sin serlo y aún desconocen tanto la fecha en que pueden recibir los cadáveres de sus familiares como en qué circunstancias murieron. Los dos autos en que viajaron, dijo la mujer, nunca aparecieron.

El caso de los cinco colombianos y el venezolano se produjo luego que las autoridades del vecino país repatriaran en octubre hacia Cúcuta los cuerpos de ocho colombianos, muertos a tiros por desconocidos en una zona del estado Táchira, en la frontera con Colombia.
 
AP.