Se extingue pequeña comunidad indígena del Brasil

Después de la muerte del integrante más viejo de su comunidad, los Akuntsu podrían llegar a su fin.

20 de octubre de 2009

La comunidad indígena Akuntsu, de la Amazonia brasileña, enfrenta el peligro de desaparecer luego de la muerte de su integrante de más edad, que redujo el grupo a solo cinco personas, advirtió el martes una organización.

Según Survival International, una entidad no gubernamental basada en Londres, la miembro más antigua de los Akuntsu, Ururú, murió a una edad calculada en 79 años después de presenciar el genocidio que sufrió el grupo por la invasión de sus tierras de parte de ganaderos en el remoto estado amazónico de Rondonia.

"Ururú fue testigo del genocidio de su pueblo y de la destrucción de su hogar en el bosque lluvioso, cuando ganaderos y sus pistoleros invadieron tierras indígenas en Rondonia", según el comunicado de Survival International.

El Instituto Socioambiental, una organización brasileña, señaló que los Akuntsu vivieron a mediados de la década de 1980 su último gran conflicto con los invasores blancos.

Pruebas recopiladas por la Fundación Nacional del Indio (Funai), organismo gubernamental, en los bosques de Rondonia revelaron una masacre provocada contra el grupo por los invasores blancos.

Sin embargo, la muerte de Ururú dejó a la pequeña comunidad sin gran parte de su memoria histórica y quizás no se pueda conocer la magnitud de los "horrores" que vivió la comunidad con la invasión ganadera, según Survival International.

La comunidad vive actualmente en un territorio demarcado por el gobierno y protegido por Funai para evitar nuevas invasiones.

"Con la muerte de Ururú estamos presenciando las etapas finales de un genocidio del siglo XXI. A diferencia de las matanzas masivas de la Alemania nazi o Ruanda, los genocidios de pueblos indígenas ocurren en rincones ocultos del mundo y escapan al escrutinio y condena públicas", comentó Stephen Corry, director de Survival International.

Sosbreviven el grupo dos hombres de 70 y 40 años, respectivamente, y tres mujeres con edades de entre 23 y 34 años, según el Instituto Socioambiental.
 
AP