Temor en Ecuador por situación de migrantes en Estados Unidos

20 de diciembre de 2008

El inmigrante ecuatoriano que fue asesinado brutalmente en Nueva York presuntamente por motivos raciales fue velado en esta ciudad al sur del país de donde han salido miles de personas cuyas familias ahora temen la misma suerte para sus seres queridos.

El velatorio de José Oswaldo Sucuzhañay se realizó desde la noche del viernes y la tarde del sábado será sepultado en Cuenca donde viven desde hace siete años sus familiares más cercanos, todos oriundos de Taday, una localidad campesina del sur de la serranía ecuatoriana.

Florentino Sucuzhañay, padre del fallecido, permaneció desde temprano el sábado junto al féretro cubierto con una bandera ecuatoriana y evitaba hablar del ataque que sufrió su hijo.

Sucuzhañay, un agente inmobiliario de 31 años proveniente de una familia humilde, fue golpeado el 7 de diciembre por tres sujetos que le lanzaron insultos homofóbicos y xenofóbicos mientras caminaba del brazo con su hermano Romel cerca de su casa en Brooklyn, una de las demarcaciones que forman la ciudad de Nueva York.

La policía de Nueva York todavía busca a los agresores, en un caso que la justicia ha calificado de crimen motivado por el odio racial. A Sucuzhañay le estrellaron una botella de cerveza en la cabeza, lo golpearon con un bate de aluminio y lo patearon, según informó la policía estadounidense.

Sucuzhañay es el segundo ecuatoriano proveniente de esta zona sureña del país que muere en esas circunstancias en el último mes. El 8 de noviembre, Marcelo Lucero fue asesinado a puñaladas en Long Island, en el estado de Nueva York. El cadáver de Lucero también fue repatriado y enterrado cerca de Cuenca, a 310 kilómetros al sur de Quito.

La hermana de Lucero, Isabel, acompañó a la familia Sucuzhañay en los funerales y dijo a la AP que buscarán unirse y emprender una lucha para que los crímenes no queden en la impunidad.

"La lucha es dura y está para largo pero no nos importa porque lo que queremos nosotros es que se haga justicia", afirmó.

"Primero fue mi hermano, luego otro compatriota. ¿Después quién será? Porque siguen pasando estas cosas" en Estados Unidos, señaló.

De esta zona del país es desde donde más ecuatorianos han emigrado en busca de trabajo principalmente en Estados Unidos y España. Prácticamente todos los habitantes del sur del Ecuador, especialmente de las zonas rurales, tiene un pariente o amigo que emigró a esos países.

Carmen Guamán, una ama de casa de 37 años y con tres hijos, es amiga de la familia Sucuzhañay, y asistió al funeral con la angustia de que a su esposo que vive en Queens, Nueva York, le pase lo mismo que a Lucero y Sucuzhañay.

"El está asustado, tiene miedo que le pase algo. Yo le digo que tenga cuidado, que no ande mucho en las calles porque le puede pasar igual", aseguró a la AP.

Su esposo emigró hace poco más de un año y ahora trabaja en el sector de la construcción. Como otros miles de ecuatorianos, el esposo de Guamán, salió del Ecuador en un barco rumbo a Guatemala y luego cruzó a pie la frontera entre México y Estados Unidos.

Las violentas muertes de los dos ecuatorianos han causado repudio entre las autoridades ecuatorianas y la población.
 
Con información de AP