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18 muertos deja atentado suicida contra la ONU en Nigeria

Estados Unidos, la Unión Europea, varios países latinoamericanos y, por supuesto, la ONU condenaron este viernes el atentado contra la sede del organismo internacional en Nigeria.

26 de agosto de 2011

"Ha sido un ataque contra quienes entregan su vida a ayudar a los demás. Condenamos de plano este terrible acto", dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
 
La ONU investigará las circunstancias del atentado, perpetrado por un terrorista suicida con un automóvil cargado de explosivos, según fuentes oficiales nigerianas, y reivindicado en una llamada anónima a la BBC por el grupo islámico radical Boko Haram.
 
Ban señaló que la vicesecretaria general, Asha-Rose Migiro, se desplazará "inmediatamente" a Nigeria, acompañada por el subsecretario general en materia de seguridad, Gregory Starr.
 
El portavoz de la ONU, Farhan Haq, agregó que la ONU enviará también a sus expertos en seguridad para estudiar cómo el automóvil cargado de explosivos pudo acceder a la sede del organismo en Abuya pasando todas las barreras de seguridad y sin ser detectado.
 
En el edificio, de cinco plantas y situado en una céntrica zona de la capital nigeriana, trabajan unos 300 empleados de unas 26 agencias humanitarias y de desarrollo de la ONU.
 
El presidente de la Asamblea General de la ONU, el suizo Joseph Deiss, también repudió hoy el atentado, al igual que la directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Helen Clark, y el director ejecutivo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Anthony Lake.
 
"Se trata de una enorme pérdida para la familia de Naciones Unidas", añadió Deiss en un comunicado en el que expresó su "pésame y más sinceras condolencias a las víctimas y sus familiares".
 
A su vez, el presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, el indio Hardeep Singh Puri, dijo que "los miembros del Consejo de Seguridad reafirman que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones es un acto criminal e injustificable independientemente de su motivación, el lugar y el momento en el que se produce y quien lo cometa".
 
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, mostró la "firme condena" de su Gobierno y subrayó que "no hay justificación posible para tal brutalidad, ni compensación para tal cobardía ni tampoco debería haber impunidad para sus autores".
 
La gente que trabaja en Naciones Unidas "lo hace con un simple propósito: intentar mejorar las vidas del prójimo y promover los valores sobre los cuales fue fundada la ONU -dignidad, libertad, seguridad y paz-", sostuvo el presidente de EE.UU., Barack Obama.
 
Desde Bruselas, el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, condenó en nombre de la Unión Europea lo que definió como un "acto de violencia sin sentido" y se declaró "profundamente apenado" por la pérdida de vidas humanas.
 
La Cancillería argentina señaló "su más enérgico repudio a todas las manifestaciones de terrorismo" y envió "sus más sentidas condolencias y solidaridad a las familias de las víctimas, al pueblo y al Gobierno de Nigeria, así como también a la Organización de las Naciones Unidas".
 
En el mismo sentido se pronunció el Gobierno mexicano, que además reconoció el compromiso de los funcionarios de Naciones Unidas, "que dedican su vida a contribuir a la paz internacional y al desarrollo de los pueblos".
 
"Actos criminales como el de hoy, que hasta el momento ha acabado con la vida de casi una veintena de personas, no pueden ser tolerados, menos aún cuando están dirigidos contra el personal de una organización como las Naciones Unidas", indicó un comunicado de la Cancillería de Perú.
 
Tras expresar su solidaridad con las familias de las víctimas y las Naciones Unidas, el Gobierno peruano invocó a las autoridades a realizar "todos los esfuerzos para hallar a los responsables de este execrable crimen y ponerlos a disposición de la justicia".

EFE