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Al menos 1.400 niños fueron sometidos a una "atroz" explotación sexual en Rotherham, Inglaterra, según un informe reciente. | Foto: Stock.xchng.

INTERNACIONAL

Denuncian abusos infantiles “atroces” en Inglaterra

Un informe asegura que las autoridades de Rotherham conocían la situación, “pero no hicieron nada al respecto”.

Alianza BBC
26 de agosto de 2014

Al menos 1.400 niños fueron sometidos a una "atroz" explotación sexual en la ciudad de Rotherham, en el centro de Inglaterra, entre 1997 y el 2013, de acuerdo con un informe divulgado este martes.

Los menores –algunos de 11 años de edad– fueron violados por varias personas, secuestrados, golpeados e intimidados, y resultaron víctimas del tráfico de personas hacia otras ciudades de ese país.

La mayoría de los responsables es de origen paquistaní.

El informe, que fue encargado por el consejo de la ciudad en Rotherham en el 2013, reveló que ya habido tres investigaciones previas por abuso de menores.

El líder del consejo, Roger Stone, dijo que se separará de sus funciones de manera inmediata.

"Creo que es correcto que, como líder, yo asuma la responsabilidad de los fracasos históricos descritos con tanta claridad", dijo Stone, que lideraba el consejo desde el 2003.

La profesora Alexis Jay, autora del informe, dijo que el liderazgo del Consejo ha tenido fracasos colectivos "flagrantes", que los directivos "subestimaron" la magnitud del problema y que la policía del sur de Yorkshire no le dio prioridad al asunto.

Años de abusos

"Nadie conoce la verdadera magnitud de la explotación sexual infantil que ha tenido lugar en Rotherham durante los años", dice Jay. "Nuestra estimación conservadora es que aproximadamente 1.400 niños fueron explotados sexualmente durante el período de la investigación, de 1997 al 2013".

"Es difícil describir la naturaleza atroz de los abusos que sufrieron las víctimas infantiles", añade.

El equipo de investigación halló casos de "niños a quienes rociaron con gasolina y amenazaron con prenderles fuego; niños amenazados con armas de fuego, obligados a presenciar violaciones brutalmente violentas y amenazados con que ellos serían los siguientes si se lo contaban a alguien".

La autora del informe dice que los encargados de proteger a los menores fracasaron pese a tres informes producidos entre el 2002 y el 2006 –de los que el Consejo y la policía tenían conocimiento– que "no podrían haber sido más claros en describir la situación en Rotherham".

Jay dijo que el primer reporte fue "suprimido efectivamente" porque los oficiales superiores no creyeron en los datos. Los otros dos fueron ignorados.

Ante el informe reciente, el superintendente principal de Rotherham, Jason Harwin, dijo: "En primer lugar, me gustaría empezar por ofrecer una disculpa sin reservas a las víctimas de la explotación sexual de los niños que no recibieron el nivel de servicio que debieron haber esperado de su fuerza de policía local".

En el 2010, cinco hombres de Rotherham fueron encarcelados por delitos sexuales cometidos contra niñas, pero el informe dijo que la policía "miró con desprecio a muchas víctimas infantiles".

"Reconocemos plenamente nuestros fracasos anteriores", indicó.

Harwin dijo que la fuerza había "revisado" la forma cómo fueron tratado aquellos casos y que encausaron exitosamente a varios abusadores.

“Duro de leer”

James Vincent, corresponsal de BBC, dice la magnitud del informe es "sencillamente asombrosa" y que algunos de los detalles son "muy duros" de leer.

El informe "establece cómo el Consejo de Rotherham y la policía estaban al tanto del nivel de la explotación sexual infantil en la ciudad, pero no hicieron nada al respecto".

"O bien, no creían en lo que se les decía, le restaron importancia o estaban demasiado nerviosos para actuar. Las fallas, según el informe, son flagrantes", sostiene Vicent.

El corresponsal añade que un joven le dijo a la autora del informe que "la violación colectiva es parte normal de crecer en Rotherham".

"Los procesos para hacer frente a estos crímenes han mejorado en los últimos cuatro años, pero aún hay mejoras que hacerse".

La víctimas describieron a la mayoría de los perpetradores de los abusos como "asiáticos".

Pese a ello, el informe concluye: "Varios funcionarios describieron su nerviosismo por identificar los orígenes étnicos de los perpetradores por temor a ser vistos como racistas; otros recordaron recibir directrices claras por parte de sus superiores de que no lo hicieran".