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AGUA FRIA PARA KOHL

Elecciones regionales en Alemania

17 de junio de 1985

La Democracia Cristiana partido en el poder en la RFA, sufrió una notoria derrota el 12 de mayo, durante las elecciones regionales en Renania-Westfalia, a favor de la Social Democraciá. Estos últimos, con el candidato moderado Johannes Rau, se llevaron el 52% de los votos, mejorando en un 3.7% el ya excelente resultado obtenido en 1980. Notoria e importantísima, pues el descenso de 6.6% de votos con respecto al año 80 con el que fue golpeado el partido de Kohl, ocurrió en la región más poblada del país -con 17 millones de habitantes la Renania-Westfalia cobija cerca de un tercio de la población oeste-alemana-, y que se ha convertido históricamente en un fiable barómetro de los resultados de las elecciones legislativas. Derrota sorpresiva además, que debió caerle como ducha de agua fria al canciller Kohl, quien hasta hace dos semanas festejaba optimista el buen paso de la primera mitad de su legislatura.
El resbalón de Kohl parece haber sido precipitado, a juicio de los analistas, por el sonado asunto del cementerio de Bitburg. La invitación que el Canciller hiciera al presidente Reagan al cementerio, en donde reposan varios soldados S.S., para celebrar la capitulación de Alemania el 8 de mayo de 1945, desató en efecto un alud de críticas internacionales que no sólo magullaron al Presidente norteamericano, sino que dañaron fuertemente la imagen del Canciller alemán en su país. Torpe o arrogantemente, Kohl atrajo los ojos del mundo sobre el delicado pasado alemán de la manera menos sutil posible, y esto, al parecer, se lo estarían cobrando caro sus electores.
De otra parte, si el cementerio de Bitburg pudo contribuir a hacer aún más abrumadora la derrota, una buena proporción de estos votos debe estar rechazando, sobre todo, la política económica del actual gobierno. La Democracia Cristiana ha sido acusada en efecto de incapacidad frente al desempleo, debido en especial a la prioridad que se ha dado al saneamiento de las finanzas públicas en detrimento de otras obras sociales.
Pero la Democracia Cristiana no fue la única derrotada en la RFA. El partido de Los Verdes fue el segundo gran perdedor, y su descenso en las urnas debería llevarlo a revisar seriamente su estrategia, so pena de desaparecer de la escena política del país. Derrotados en marzo durante las elecciones regionales de Sarre, los verdes se ampararon entonces en el hecho de haber perdido sus votos frente al ala más izquierdista de la Social Democracia, representada por el carismático Oskar Lafontaine, quien ideó su campaña "robándose" las banderas ecologistas de los Verdes. Sin embargo, las últimas elecciones debieron caer como piedras sobre ese argumento. El partido de Petra Kelly debió ver sus "votos volar" a las manos de un socialdemócrata moderado y tradicionalista como Rau.
En efecto la Social Democracia alemana parece estar ganando votos sin mayor esfuerzo, gracias tanto a las "embarradas" de Kohl o al descontento causado por su politica económica.
Mientras tanto los Verdes, parecen estar en serio peligro de "muerte por inanición" debido sobre todo a una falta de coherencia interna que comienza a "aburrir a sus más fieles servidores" al talento que parecen haber desarrollado para introducir escándalos públicos en los peores momentos posibles; justo antes de estas elecciones los Verdes sacudieron a la opinión con dos movimientos que les habrían resultado bien costosos: la defensa de la sexualidad de menores y la "despenalización" de las relaciones sexuales entre adultos y menores, y la publicación de una carta de dos de sus diputados dirigida al grupo terrorista "Fracción Armada Roja", en la que se proponía la apertura de un diálogo.