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PERFIL

Alan Gross, el prisionero que cambió todo

Con la liberación del contratista se produjo el histórico cambio. ¿Quién es él?

17 de diciembre de 2014

Alan Gross dice que fue "un tonto ingenuo" por haber ido a Cuba, pero sus familiares y amigos lo describen como un hombre amable, simpático y enormemente talentoso para la música.

Gross, de 65 años de edad, fue puesto en libertad el miércoles como parte de un acuerdo en que Estados Unidos liberará a tres cubanos encarcelados en ese país, dijeron funcionarios. Gross fue arrestado en Cuba en el 2009 cuando trataba de dar acceso a internet a la comunidad judía local, lo que violaba las normas de vigilancia en la isla de gobierno comunista.

En ese entonces Gross trabajaba como subcontratista para la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, un organismo que promueve la democracia y la participación civil en distintos países. Cuba considera que los programas de USAID en su territorio son intentos ilegales del gobierno estadounidense para socavar al sistema comunista, y Gross fue enjuiciado y sentenciado a 15 años de cárcel.

En los cinco años que estuvo encarcelado, dicen sus familiares, Gross nunca le guardó rencor al pueblo cubano. Veía por televisión los partidos de béisbol e incluso tocaba música con los guardias. Se mantenía en contacto con su familia mediante llamadas telefónicas semanales.

Pero la vida en la cárcel resultó dura para Gross: perdió más de 45 kilos, sufría dolencias de la cadera y quedó prácticamente ciego del ojo derecho. En abril del 2014, tras un reportaje de la AP reveló que USAID creó un programa de mensajes de texto de teléfonos celulares para animar al pueblo cubano a oponerse al gobierno, Gross de declaró en huelga de hambre por más de una semana.

Su madre, que tenía más de 90 años, le convenció para que volviera a comer, pero ella falleció en junio del 2014, y a pesar de los ruegos de la familia, el gobierno cubano no le permitió ira al funeral y entierro. Ello, según la esposa de Gross, le quebró el espíritu.

Alan Gross nació en Maryland en 1949 y tiene dos hijas con su esposa Judy. Su libertad coincide con el feriado judío de Janucá, que conmemora el triunfo sobre la opresión.

Gross era fanático de los Washington Redskins, pero en la cárcel veía partidos de béisbol cubano. En el 2012, su hermana mayor, Bonnie Rubenstein, dijo que él expresó anhelos de que, una vez que saliera, comería costillas y tomaría whiskey escocés. El hermano de Rubenstein incluso compró una botella de whiskey escocés añejo y la guardó para la ocasión en que Alan Gross saliera en libertad.