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ALMIRON EN LA MIRA

La oposición conservadora defiende a un fundador de la "Triple A" argentina.

16 de mayo de 1983

Abogados del principal partido de la oposición española, Alianza Popular (AP), presentaron el 1°. de abril una demanda contra la revista "Cambio 16" en defensa de Eduardo Almirón, uno de los fundadores de la organización parapolicial argentina "Triple A ".
La demanda responde a una amplia información publicada en la edición del 1 de abril de esa revista, en la que se afirma que Almirón, actual es un ex subcomisario de la Policía argentina, ex jefe de la escolta del ex ministro peronista José López Rega, "el brujo" y fundador de la "Triple A".
"Cambio 16" publica cuatro fotos en las que Almirón aparece cumpliendo funciones de guardaespaldas de López Rega y otras cuatro en las que hace lo mismo con Fraga, en todas ellas claramente visible e identificable.
La demanda judicial es un acto más de otros muchos que Fraga realizó en defensa del ultraderechista argentino, quien tiene también la nacionalidad española desde 1979 y licencia para portar armas de fuego en España.
Fraga realizó gestiones a finales del año pasado, para lograr que el semanario "Interviu" levantara de sus talleres un reportaje en el que ya se contenían algunos de los elementos publicados por "Cambio 16". Esta gestión fue confirmada por Jorge Verstringe, secretario general de AP, en declaraciones que recogio el 1 de abril el matutino madrileño "El País".
Alianza Popular supo que "Cambio 16" tenía previsto publicar ese reportaje y su reacción fue la de cancelar la publicidad de ese partido para las próximas elecciones municipales y autonómicas del 8 de mayo, en todas las publicaciones del "Grupo 16", como presión para impedir la publicación.
El servicio jurídico de AP calificó, por su parte, de "intachable" la conducta de Almirón como jefe de su servicio de seguridad y que, según el abogado aliancista José Maria Ruiz Gallardón, "seguiría trabajando" para ellos.
El aporte de elementos de juicio dados por "Cambio 16", que dedicó la carátula y 10 páginas al tema, hizo pensar en medios políticos españoles que Fraga y AP tomarían distancia de Almirón, pero es posible que su defensa se base en una comunión de ideas.
La "Triple A", según el testimonio del oficial inspector de la Policía argentina, Rodolfo Peregrino Fernández, citado por la revista madrileña, en el período 19731975 tuvo dos actividades principales: eliminación física de opositores políticos y sindicales y la ejecución de tareas delictivas para la propia provisión de recursos económicos a sus integrantes.
Esa organización parapolicial, alentada desde el gobierno por López Rega y su colaborador, el entonces jefe de la Policía federal argentina, comisario Antonio Villar, fue la que comenzó la "guerra sucia" en el país sudamericano, en 1976, cuando los militares se adueñaron del poder mediante un golpe de Estado y "desprovista de los elementos más indeseables fue integrada en el aparato represivo argentino", añade "Cambio 16".
Fraga, un ex ministro del extinto dictador Francisco Franco, quien acaudilla la oposición parlamentaria de derecha en España, manifestó en varias oportunidades su convencimiento de que son necesarios "grupos paralelos" para combatir a la organización separatista vasca ETA .
En ese sentido, Fraga disiente de la mayoría de los partidos españoles democráticos, que también están en contra de la ETA, pero que exigen que su represión se lleve por el camino de la ley, la constitución y el respeto de los derechos humanos.
Durante la sesión de posesión del gobierno que preside Felipe González, en diciembre de 1982, Fraga terminó su discurso advirtiendo que iba a decir algo que seguramente sería criticado:
"Prefiero tener las manos tintas de sangre, antes que lavármelas con agua, como Pilatos".
En 1979, en un artículo publicado bajo su firma en el diario "ABC" de Madrid, Fraga recordó que los ingleses ganaron la guerra revolucionaria en Malasia y la están ganando en el Ulster irlandés gracias a que "han aceptado la necesidad de emplear métodos extraordinarios".
Párrafos más adelante añadió que "son necesariasfuerzas paralelas controladas", pues hay misiones "que sólo unidades especiales y secretas pueden cumplir". Dijo también que "una constitución puede servir para muchas cosas; para ganar una guerra hacen falta armas, táctica y estrategia".
En noviembre de 1982, el conservador empresario vasco Luis Olarra, anunció un plan de autodefensa de los empresarios para enfrentar a la ETA.
La mayoría de los partidos políticos democráticos se pronunciaron en contra. El presidente del gobierno autónomo vasco, Carlos Garaikoetxea afirmó que "toda actuación que se mueva al margen de la ley supone entrar en el camino de la barbarie".
Felipe González aseveró allí que "ningún ciudadano puede asumir la tarea del Estado, aunque sea en la lucha contra el terrorismo".
Fraga fue el único que desentonó.
Dijo: "Me parece perfectamente normal que un grupo de empresarios vascos decida agruparse para crear un mecanismo de autodefensa frente al terrorismo". "Yo no puedo considerar inaceptable que un grupo de empresarios vascos, ante esta lamentable situación, se una para defenderse de los viles criminales terroristas ".
Almirón, por su parte, negó todos los cargos, incluso en declaraciones que "Cambio 16" publicó junto con su amplio informe y, finalmente, AP atribuyó el episodio a maniobras electorales y a la "prensa amarElla". Esa preocupación electoral quizás tenga fundamento, ya que una ligazón directa con un conocido ultraderechista argentino, podrá espantar a más de un votante democrático. -